Más Sobre los Valores

Más sobre un tema que me apasiona desde siempre. Por qué algunos países se desarrollan más que otros. Roberto, un amigo de Ecuador, me manda este comentario muy interesante sobre mi post de los valores de hace unas semanas:

Hay algo que no tengo claro aún.

Antes me parecía, que cuando los latinos emigraban, se tendían a volver más respetuosos a la forma de vida y de alguna manera, nos convertíamos". Era algo así como "me porto mejor si estoy en casa ajena". Se respetan las filas las leyes de tránsito, las cosas ajenas, la propiedad privada, se pagan impuestos, se es más cordial con las personas mayores, etc. Lo que no se hace en el propio país, de repente, se comienza a hacer en país ajeno.

Sería interesante ver cómo estos mismos inmigrantes (los de la segunda fiesta en tu anécdota) se hubiesen comportado en una fiesta con un grupo mixto. ¿Se hubieran vuelto más respetuosos acaso? Estoy seguro que en tu primera fiesta, debe haber habido inmigrantes también y muy posiblemente se portaron igual que el resto. Es como que les diera vergüenza portarse "mal" porque un buen grupo (no necesariamente la mayoría), se porta "bien". Hay un costo de "reputación" asociado, porque quedan en "evidencia", lo cual los puede "apartar" del grupo a futuro.

Sin embargo, últimamente cuando viajo a EEUU, me he dado cuenta con tristeza que las buenas costumbres que caracterizaron a la sociedad gringa, se están comenzando a perder y están quedando como excepciones. Y parecería que en las ciudades con inmigración creciente, más se nota el cambio. Mira, por ejemplo, cómo maneja la gente en Miami, Los Ángeles, New York, en comparación con otras ciudades menos cargadas de inmigrantes. El que las familias puedan dejar los juguetes de sus hijos en el patio de la casa, a la vista de todos, y que nadie los toque, es algo que cada vez se puede hacer menos en estas ciudades. Ojalá el respeto a las filas no se pierda, aunque en ciertos aeropuertos, algo de eso estoy comenzando a ver.

En fin, sigo sin tener claro cómo hacer para que no se pierdan esas buenas costumbres que tú mencionas al final de tu artículo y que parecerían ser más intrínsecas a la cultura y a la manera como cada individuo ha sido criado y ha crecido, antes que a un tema de instituciones formales de la sociedad o sistemas económicos.

Este es mi comentario:

Tema muy complicado, es clave para entender por qué nos va como nos va.

Hay por lo menos dos tipos de países desarrollados. Están los "históricos", como Inglaterra, Holanda, EEUU, donde el sistema de valores que permite el desarrollo existió desde siempre o casi desde siempre.

Después tenemos el grupo de países "recientes", no se como llamarlos, como Francia, Alemania, los nórdicos, Japón, que asumieron este sistema de valores como propio mas adelante.

Un subgrupo de este segundo grupo serían los "late comers", como España, Italia, Grecia, Portugal, Chile, Irlanda, Corea, Taiwán, que hicieron un esfuerzo conciente por adoptar ese sistema de valores, esa visión del mundo, en los últimos 50 años.

Argentina se ubica en el segundo grupo, fue de los primeros países de habla hispana en entrar en la modernidad. El problema es que en nuestro caso fue un matrimonio por conveniencia, no por amor. Nunca tuvimos una elección clara entre civilización y barbarie.

El cambio es posible, para mejor y para peor. Creo que en EEUU hay casualmente un debate por los valores que se están perdiendo, por una especie de “tercermundización” creciente, o tal vez simplemente se trate de una “mundización”, y hay gente que quiere revertir el proceso.

En lo personal, me preocupa que toda esta movida por volver a los valores que hicieron a EEUU lo que son incluya ciertos rasgos de fundamentalismo religioso. Pero me parece que desde su origen, este sistema de valores estuvo relacionado a una concepción religiosa del mundo. Largo de charlar.

Honestamente, esto de vivir en el primer mundo es lo mío. Me encanta ser burgués, me siento como pez en el agua. Creo que como sociedad deberíamos apuntar a esto: poder hacer planes, la organización, el orden, la meritocracia.