Democracia y República

Muy buen post de Guillermo sobre los episodios de injerencias del ejecutivo en la justicia y, honestamente no se qué es peor, la peligrosa tendencia hacia la “justicia popular” o linchamientos públicos en la sociedad.

Como le decía en un comentario, desde mi punto de vista éste es el origen último de la mayoría de nuestros problemas. Es la diferencia entre una democracia “roussoniana” y una “lockeana”.

En la primera, manda la mayoría, somos esclavos de las modas pasajeras y de la voluntad de las mayorías circunstanciales. Estos sistemas tienen una peligrosa tendencia a convertirse en una “dictadura de la mayoría”. En la segunda, somos esclavos de la ley, de las leyes que emanan de la Constitución en nuestro caso. Es decir, una república constitucional: no manda “el pueblo”, manda la Constitución. Es la diferencia entre una democracia y una república.

En países como Argentina, la ley es percibida como de cumplimiento voluntario. En el mejor de los casos, sería vagamente recomendable su cumplimiento, pero su incumplimiento no tiene condena social. En la percepción de una gran mayoría, la ley es un instrumento más de sometimiento que utilizan “los poderosos” para explotarnos o expoliar nuestras riquezas.

Las reglas de juego están permanentemente en discusión, y en cada elección rifamos el sistema en el que vamos a vivir. Absolutamente todo es lícito y posible si tiene el apoyo de la “mayoría”, por mas circunstancial o dudosa que sea. Es tal el desprecio por la norma que tenemos, que hay desde jueces de primera instancia hasta ministros de la Suprema Corte de Justicia, que debería ser el máximo organismo de defensa de la Constitución, que profesan abiertamente un enorme desprecio por el espíritu y la letra de la Constitución. Es más, podríamos decir que fueron casualmente esos atributos los que causaron su elección para el cargo.

Insisto con lo que escribía hace unos meses, espero que algún día el país se convierta en una República Constitucional, creo que es lo mejor que podemos desear para nuestro país.