Hoy leo esta nota en lo de Rubén. Este muchacho de la provincia de Buenos Aires quiere pasar de la apertura de las cajas fuertes en los bancos a las que están en las casas de familia.
Se trata nada más ni nada menos que del siguiente paso lógico. Una vez que terminamos con el concepto de la propiedad privada, ya no hay ámbito que pueda mantenerse alejado del control y de la voluntad del estado. El próximo paso va a ser el uso compulsivo de los tactos rectales para evitar el uso de la técnica de Papillón.
Como decía en mi post anterior, NADIE se horroriza por esto, nadie dice absolutamente nada. Es tal la anomia en que vivimos que a muchísima gente le parece lo más normal del mundo. La verdad es que impresiona mucho.
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ReplyDeleteA mi lo que me da por las bolas (siempre soy directo cuando comento acá) es que los abogados y juristas (cuervos si los hay) vengan a hacerse los fesas diciendo que estas medidas de incautación son de lo más normal y no hay nada que temer. Y parecen no acusar que la Constitución lo prohibe
ReplyDeleteCreo que cada vez se aplica más el término acuñado en este ámbito, de Neo-allendismo. De nuevo no tiene nada pero que sus protagonistas lo toman al pie de la letra no hay duda.