Enseñemos a Pescar

Una vez más, al mejor estilo Live Aid, los occidentales de gran sensibilidad social quieren sentirse mejor organizando un gran concierto a beneficio de los pobres de África.

En fin, que puedo decir que no se haya repetido hasta el hartazgo. El problema de la pobreza en el mundo no se soluciona distribuyendo riqueza. La riqueza en el mundo no es estática, no se trata del stock. Es algo que se genera, se trata del flujo.

Si fuera posible transferir mágicamente toda la riqueza de los países ricos a los habitantes de los países pobres, les alcanzaría para vivir como ricos algunos años y luego volverían a caer en la miseria. Mientras que los países ricos muy probablemente en pocos años hayan recuperado el nivel de productividad anterior al despojo.

La ayuda directa tiene sentido sólo en situaciones de emergencia y por poco tiempo, como en el caso de desastres naturales o guerras. Cuando se transforman en cuestiones que se arrastran por décadas, es claro que algo no funciona. La mayoría de las veces los fondos y los bienes que se transfieren terminan en manos de funcionarios corruptos o de los lideres de las distintas facciones que se enfrentan en una guerra civil.

Lo mejor que podemos hacer por los pobres del mundo es dejar de darles pescado y enseñarles a pescar. Con esto me refiero a que los países ricos deberían ayudarlos a y exigirles que se creen las condiciones necesarias para que se de el crecimiento económico sostenido en los países pobres. Tal vez la ayuda deba continuar por un tiempo en el mientras tanto, pero de ninguna manera las dádivas deben reemplazar a las políticas económicas sanas.