Interesante columna de Carlos Escudé en La Nación de hoy. Insisto en que si bien es cierto que tenemos una clase dirigente que no está a la altura de las circunstancias, creo que la culpa es compartida por la gran mayoría de la población. Somos así:
Reiteradamente, un Estado colonizado por intereses privados espurios ha trasladado al colectivo nacional las deudas de minorías poderosas, violando los derechos de propiedad de las grandes mayorías. Fueron crímenes de lesa libertad contra los principios básicos del capitalismo, del socialismo y también del populismo. Fueron delitos contra el derecho natural.
Estos vicios, sumados a una legislación argentina que permite la existencia de empresarios ricos con empresas quebradas, facilitaron los procesos de vaciamiento que engendraron el contradictorio perfil de nuestra república.
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