Nov 3, 2005

Pucha que es lindo ser progre

Insisto en que no se trata de un debate de ideas. No es una cuestión racional. Nunca lo fue. Estamos equivocados si pensamos que podemos combatir con hechos la irracionalidad que condena a la pobreza y al atraso a países como Argentina.

Perdón que los siga aburriendo con el tema, pero en el caso particular de la Argentina, el problema nunca fueron los pobres ni la corrupción. El enorme grano en el trasero de la clase media urbana argentina durante los 90 no eran los que se caían del sistema, sino los que se sumaban a él. Creo que ya está muy claro que tanto la corrupción como la pobreza siempre fueron excusas.

Nunca realmente le importaron a nadie. Sino no se explica cómo por ejemplo las adjudicaciones directas a grupos de amigos son preferibles a licitaciones internacionales, por más que se sospeche que son arregladas; o que la pobreza pase del 24% al 50% y a nadie se le mueva un pelo. Total, pobres hubo siempre.

Hoy leo a Roberto Cachanosky sobre el triste espectáculo de una “periodista” que se pasó toda la década del 90 despotricando contra Menem y su gobierno, pero resulta que se molesta cuando se le sugiere aplicar el mismo “rigor periodístico” contra un gobierno ideológicamente afín. No es novedad que una de las grandes ventajas de ser progre es nunca tener que explicar nada ni lidiar con la realidad, pero de todos modos, no deja de sorprender que ya ni disimulen.

3 comments:

  1. En los '90 yo estaba furiosamente contra Menem y me creía una a una cada nota crítica que se escribía a cerca de él y su gobierno. Por otro lado pensaba que los popes del periodismo que denunciaban continuamente cosas sobre el gobierno de Menem actuaban de buena fe. Pero luego me desengañé completamente y me doy cuenta de que gran parte de todo ese gran show fue movido por intereses políticos o por rencor ideológico. No digo que no hubiera mucha verdad en lo que se divulgaba del gobierno, pero que creo que tampoco era tanto más corrupto o tanto más desastre que el resto que pasó por el ejecutivo. La diferencia era que gran parte del periodismo estaba del lado progre y no toleraba los cambios que llevó adelante el gobierno y era esa principalmente la causa de que se lo atacara.
    Recordemos, como ejemplo, que durante la primer parte del gobierno de Menem la prensa fue mucho más dura y crítica contra los cambios emprendidos en la economía (privatizaciones, desregulación) que lo que fue de dura y crítica con el que se dio en llamar el "piloto automático" de la segunda parte de su gestión, con el despilfarro de dinero y con el endeudamiento que nos llevaron a la crisis del 2001.

    xlalibertad

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  2. Coincido.
    Si hay algo bueno de este gobierno es que me despertó del sueño idiota.
    Ahora soy algo asi como un convertido.

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  3. El artículo en cuestión -y la actitud de Wornat- define claramente a los que yo llamdo "fachas de izquierdas".

    Pablo

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