Terminó la “cumbre de Mardel”. Una vez más, el país dio una clara muestra de una falta absoluta de proyecto de país, de objetivos de política exterior. Una vez más, como el proverbial radiador, quedamos pegados a los peores bichos de la región. Compartimos el podio de los “campeones del atraso” con los grandes triunfadores de la región, Venezuela, Brasil y Uruguay (aparentemente Paraguay ya firmó acuerdos binacionales con EEUU).
Podemos consolarnos pensando que Kirchner y el actual gobierno argentino no son la Argentina. Creo que estamos en un error. Puede ser doloroso, pero debemos aceptar la triste realidad de que esta es la verdadera Argentina.
Una vez más, tenemos la enorme satisfacción de ser los abanderados del fracaso, los campeones de los perdedores, los primeros empezando de abajo. Eso si, con dignidad. Estoy seguro de que Bush no va a poder dormir por tres días por las severísimas miradas que le dedicaba Kirchner embobado.
"Algunos líderes de América Latina tienen una visión de la justicia social que quiere eliminar los progresos democráticos logrados en los últimos veinte años."
ReplyDelete"Esos líderes quieren lograr sus propósitos alimentando el miedo, enfrentando a vecino contra vecino y culpando a otros por lo que son sus propios fracasos a la hora de ayudar a su propia gente."
Bush, hoy, en Brasil
clap, clap, clap!!!! y de pie!!!
ReplyDeletePor otra parte... justamente ayer a la noche estaba leyendo la contratapa de un libro ("the case agaist Hillary Clinton" by Peggy Noonan) y le comenté a mi marido: qué raro se siente leer que todavía hay gente que sí tiene un proyecto de pais, ya me acostumbré a el estilo argentino del oportunismo populista y a la deriva".... Ver que hay otros que viven distinto es shockeante!!!
ReplyDeleteTodavía no empecé el libro, solo la contratapa... Cuando mi hubby lo termine lo leeré... al fin y al cabo pareciera que tendremos a Mrs. Clinton en los medios en el futuro próximo, hasta en la sopa...
Jacinta, personalmente creo que tener un proycto, objetivos es fundamental. Es la diferencia entre el éxito y el fracaso. Es preferible tener un objetivo malo a no tenerlo, creo yo.
ReplyDeleteEs triste que tengamos que seguir hablando de estos temas a casi 200 años de existencia como país independiente.