La venezuelización de la Argentina. Hoy le toca a alguien cercano. Aunque son los mismos clásicos de siempre, no dejan de impresionar.
Repito acá lo que le digo a Rubén en un comentario:
No debemos hacerles el juego. Lo que busca esta gente es permanentemente poner al contrincante a la defensiva. Por algún motivo, sienten que les debemos pedir perdón por pensar diferente. Si tener algún pariente o conocido desaparecido te da un sobreplafón moral, hay varios millones en la misma. Parece un chiste de mal gusto.
Acá venimos a debatir ideas, no a amenazar ni insultar. El que tiene que dar explicaciones es este señor, no Rubén.
Leí el post y la amenaza en el blog del señor Benedetti y no pude expresarle a él mi apoyo porque para hacerlo necesito inscribirme a blogger. Pero lo hago desde aquí: Rubén Benedetti publica sus ideas junto con su nombre completo, su perfil y su fotografía (y esto ya fue mencionado por alguien más). Luego viene un tal Omar R y se da por insultado, interpreta mal lo que lee, y saca el sufrimiento de su familia como muleta para apoyar el poco valor de su argumento. Muy desagradable leer algo así: no me gusta lo que leo, por lo tanto hay que acallarlo, sofocarlo de algún modo. Espero sinceramente que esto no llegue a más, aunque los enemigos de la libre expresión pocas veces se quedan sólo en amenazas si las amenazas no surten efecto. Mensaje para Omar R: da la cara, valiente; publica tu nombre, tu dirección electrónica. Mejor aún, crea tu propio blog donde puedas publicar todas las pelotudeces que se te antojen, o nos puedas deslumbrar con tu claro análisis de la situación contemporánea latinoamericana. De lo contrario, con la actitud del que tira la piedra y esconde la mano, seguirás ocultándote tras un nombre y una inicial, atacando a un hombre que no piensa como tú, pero que tiene el valor de presentarse a todos como un hombre de veras.
ReplyDeleteMuchas gracias, Sergio, le voy a hacer llegar tu mensaje. Estoy 100% de acuerdo con lo que dices. Pero esta gente lamentablemente suele conseguir lo que busca, poner a la defensiva a su oponente.
ReplyDeleteDe esa manera, se produce una extraña metamorfosis. En lugar de ser dos personas intercambiando opiniones en el mismo nivel, logran situarse en un plano moral superior desde el que sentencian, en lugar de simplemente opinar.
Creo que parte de la culpa está en los sectores moderados, que en Argentina se conocen como de “derecha”. Hay un gran sentimiento de culpa y mucho de vergüenza. Sentimos que debemos dar explicaciones por pensar como pensamos. El fascismo de izquierda no tiene ninguno de estos pruritos.
Luis, creo que no debemos sorprendernos.
ReplyDeleteOmares hay cientos, lamentablemente. Son la consecuencia del lavado de cerebro que se viene realizando en las escuelas y universidades desde hace años.
Y estas son las consecuencias.
Siempre tengo presente las palabras de Bertolt Brech:
“Primero se llevaron a los judíos,/ pero como yo no era judío, no me importó./ Después se llevaron a los comunistas,/ pero como yo no era comunista, tampoco me importó./ Luego se llevaron a los obreros,/ pero como yo no era obrero tampoco me importó./ Más tarde se llevaron a los intelectuales,/ pero como yo no era intelectual, tampoco me importó./ Después siguieron con los curas,/ pero como yo no era cura, tampoco me importó./ Ahora vienen por mí,/ pero ya es demasiado tarde, están golpeando mi puerta.”
Pablo