A mayor competencia, mayores los beneficios para los consumidores. Esto es verdad para todos los mercados, incluido el de la salud. En la Argentina, se debería encarar una reforma integral del sector y, entre otras cosas, terminar con el monopolio sindical de las obras sociales. Pero me daría por muy bien servido si por lo menos se eliminaran en serio las regulaciones absurdas del sector y la gente pudiera elegir la obra social o prepaga que más le guste o convenga.
Lo mismo puedo decir del sistema de salud socializado de Canadá. Desde mi punto de vista, debería desaparecer. Pero sería un avance extraordinario que por lo menos la gente que pueda y esté dispuesta a hacerlo pueda pagar y acceder a atención médica sin listas de espera de meses o años.
Hoy leo esta muy interesante propuesta de Michael F. Cannon, del Cato, sobre cómo avanzar en reformas promercado en el sistema de salud de los EEUU. Espero sinceramente que se pongan en práctica.
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