Jan 18, 2006

Freedom is about stupidity

Muy interesante post en The Angry Economist, un site que me gusta mucho. 100% de acuerdo:

Freedom is about stupidity

"Why the hell would you want to do something that stupid?"

People may ask you that question. If you live in a free society, you don't owe them an answer. It is your right to do anything that doesn't violate an obligation you've imposed on yourself, or doesn't create an obligation on the part of someone else. E.g. if you want to run around in traffic, that's fine, as long as you don't expect people to not hit you, and as long as your estate can clean your blood off their car.

Freedom must include the ability to do stupid things. Of course, by saying that, I am imposing a value judgement on your actions. I am labelling them stupid from my point of view. Whether they are really stupid or not is a complicated philosophical question dealing with the nature of "really" and "reality". Without diving into that morass, we can say that whatever I say may or may not be true for you. By definition, in a free society, my feelings about the wisdom of your actions imposes no obligation on you.

Thus, any law which attempts to stop people from doing stupid things is by definition a reduction in freedom. We should protect the freedom of people to do stupid things, because things other people feel are stupid (like freedom of the press, or of speech, or of religion, or of assembly, or of petition) are likely things you value.

If we don't have the freedom to do stupid things, we have no freedom at all.

6 comments:

  1. Tengo adeudado un comentario en otro blog amigo muy relacionado con este tema... pero no voy a extenderme mucho... sólo quería recordar las sabias palabras de mi profesor de Etica: "lo importante de la Libertad, no es el ángulo de "libertad de...", sino el de "libertad para..."" La libertad no es un bien en sí mismo, sino un bien útil: algo que nos sirve, que es imprescindible, para poder alcanzar otros bienes... Por eso es una estupidez reclamar la libertad de autodestruirse, de agredir y destruir a otros... Por eso ha de haber una guía para nuestras acciones libres... guía que limita un poco, para poder crecer... De qué sirve ser libre si no se sabe qué hacer con la libertad? si no da lo mismo ir en una dirección u otra? La indiferencia y la apatía son dos de las enfermedades de nuestra civilización libre y moderna...

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  2. creo que está claro que no se puede reclamar la libertad para agredir o destruir a otros. está el dicho ese de "la libertad de uno termina donde empieza ..."

    sobre esa guía que mencionás, también debe haber libertad para elegir qué "guía" quiere uno elegir para llevar su vida.

    creo que la indiferencia y la apatía que mencionás no son producto directo de las libertades que brinda la sociedad moderna. creo que son consecuencia de una falta de preparación de la gente sobre el valor de la libertad que cada uno posee para hacer frente a su propio destino.

    hay un libro que muchos ya lo conocerán hace tiempo. yo lo descubrí hace poco. se llama "Los Fundamentos de la libertad" de Hayek. muy recomendable sobre este tema.

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  3. Me parece que este post del Angry Economist hace referencia directa a los muy claros avances del estado sobre las libertades individuales en los EEUU. Se trata del fenómeno sobre el que ya publiqué varios posts antes. Por ejemplo, el intento por regular el estilo de vida de las personas en lo relacionado con los hábitos de alimentación, estilo de vida más o menos sedentario, consumo de tabaco y/o alcohol y otras cuestiones.

    Creo que el punto del autor es muy válido, más allá de nuestro concepto particular sobre la libertad y qué hacer con ella. Nadie tiene el derecho de decir a los demás lo que es mejor para ellos. Lo que es importante para una persona, no necesariamente lo es para otra. De la misma manera, lo que es irrelevante para mí, no necesariamente lo debe ser para los demás.

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  4. Es verdad que en Estados Unidos hay un claro avance del Estado en el sociedad civil (y es por eso que ese país ya no significa lo mismo que antes en términos de libertad). Sin embargo, estos avances siempre van acompañados de quejas, no solo de la sociedad civil, sino también política.

    En Argentina no pasa lo mismo: nos obligan a todos a donar órganos (¿qué mayor intromisión que esa?) y las voces son escasas, débiles y de corto alcance. No escuché a ningún político de peso plantear algo en contra de eso. Y la gente, la mayoría por lo menos, es indiferente a ese tema.

    En fín, calculo que esa indiferencia también se incluirá dentro de la libertad de hacer cosas estúpidas.

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  5. Martín, es así, por eso siempre digo que esas voces disidentes son muy necesarias, aunque no siempre estemos de acuerdo con lo que dicen. Creo que es la diferencia entre una república y una republiqueta.

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  6. Martín, hablando de la donación de órganos, te recomiendo este post.

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