Visto en La Nación del domingo, interesante:
En este país atacado de ombliguismo, se supone aún que la riqueza se genera mediante el trabajo manual dentro de un marco proteccionista y tecnológicamente obsoleto, según los dictados de cierto desarrollismo hoy de moda. Esta ceguera alucinante impide ver que en la economía actual "valor agregado" significa "inteligencia agregada".
Apostar otra vez por una industria no competitiva y subsidiada por el agro será más devastador socialmente que en la segunda mitad del siglo pasado. Al modelo "industrial-chino", que supone trabajadores dispuestos a sudar 50 horas semanales a ritmos asiáticos para ganar 200 dólares mensuales, debe oponerse el modelo "posindustrial-irlandés", basado en el trabajo intelectual y las tecnologías de punta. De otra manera, no habrá riqueza para repartir, como bien se está viendo. Y todo esto debe hacerse urgentemente, antes de que terminemos de perder la última ventaja comparativa respecto de América latina: la educación.
Trágicamente claro.
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