Se siguen afianzando los grandes éxitos del "modelo productivo de la felicidad". Seguimos hablando del "boom" de las exportaciones. Pero, como los tantos "booms" del actual esquema, parece que no lo son tanto. Hoy leo este análisis en lo de Bartolomé Alberdi.
Perdón que siga con lo mismo, pero lo vengo diciendo desde hace años. Los países no se hacen más productivos ni competitivos con devaluaciones. No hay que ser un experto internacional para saberlo. Basta tener un mínimo de memoria. Si esto fuera así, con nuestro frondoso historial de devaluaciones crónicas, la Argentina sería Finlandia.
Es sabido que los beneficios de la estabilidad y la previsibilidad en las reglas de juego superan ampliamente a las supuestas ventajas logradas con un cambio masivo de precios relativos.
Pasamos a un comercio exterior mayor medido en relación al producto no por un salto en las exportaciones e importaciones, sino por el colapso del PBI. Es como si un señor de 300 kilos, en lugar de hacer dieta, decidiera cortarse las piernas para bajar unos 100 kilos. No, si somos unos vivos bárbaros.
Se exportaba mejor con la vieja convertibilidad
Por: Pablo Wende
Ámbito Financiero
La información oficial destaca que las exportaciones argentinas crecieron casi 16% en 2005 y llegarán a un récord de u$s 40.000 millones. ¿Pero se está produciendo realmente un salto exportador como sugiere una primera lectura de las cifras divulgadas por el INDEC? Consultoras privadas se ocuparon de demostrar que esta tendencia con dólar sobrevaluado aún está lejos de alcanzar la altura deseada: el ritmo de crecimiento de las ventas al exterior el año pasado es sensiblemente inferior al que se produjo los cuatro primeros años de la famosa «convertibilidad» de Domingo Cavallo con un dólar subvaluado que se decía desalentaba exportar. Las manufacturas industriales siguen representando la misma porción que antes de la devaluación de Duhalde en 2002.
El estudio privado DataRisk se ocupó de revisar meticulosamente los datos del INDEC sobre la evolución del comercio exterior, que abarca los primeros once meses de 2005 (con superávit de u$s 10.200 millones). De aquí surge que aun con un dólar artificialmente alto y con un contexto muy favorable para las materias primas en precios (principal producto de exportación argentino, sumando agro y combustibles, total 37%), las ventas al mundo subieron 49% en los cuatro años posteriores a la devaluación de 2002, contra 75% en los primeros cuatro años de la «convertibilidad». En aquel momento, el dólar estaba mucho más bajo, los salarios más elevados y los precios de los bienes agrícolas muy depreciados. De ahí que el nombre del trabajo privado haya sido «El tipo de cambio solo no alcanza».
• Comentarios principales
Estos son algunos de los comentarios que permiten evaluar mejor el comportamiento del comercio exterior el año pasado y lo sucedido desde 2002:
• En 2005 el principal salto exportador se produjo en las manufacturas de origen industrial, según resalta el INDEC en su informe, con 27% de aumento de las cantidades vendidas, aunque 12 puntos se explican por aumento de los precios. Se trata de productos con alto valor agregado, que es a lo que debería tender el país. Aun así, siguen representando sólo 30% del total vendido al mundo -resaltó DataRisk-, el mismo porcentaje que en la «convertibilidad». Con dólar «recontraalto», la industria local no mejoró su posición.
• Además, la contracara es el aumento de las importaciones de bienes industriales. Sería una buena noticia si la suba que hubo se verificase en «bienes de capital», ya que implica siempre un aumento de la inversión. Sin embargo, el principal incremento se da en artículos de consumo (aumentaron 29%) y en bienes intermedios (21% de suba). Ni la protección de un dólar tan alto impidió que este tipo de productos externos compita con la industria local, uno de los puntos centrales de los que defendieron en su momento la megadevaluación, como la UIA, con el argumento de la « sustitución de importaciones».
• La lista de las diez principales empresas exportadoras -resalto DataRisk- está compuesta por nueve que venden productos primarios o de ese origen, particularmente aceites, cereales y combustibles. Estos rubros representaron un ingreso de divisas de u$S 21.000 millones en 2005. Se suman con más fuerza otros productos primarios, como carne y leche. «Si se tiene en cuenta que en este último período la Argentina contó con la ventaja de precios internacionales muy altos para las commodities, en comparación con el período precedente, queda claro que el desempeño exportador fue muy inferior al potencial que posee el país.»
• La diversificación de exportaciones sigue siendo una tarea pendiente en la Argentina, ya que las pymes tienen escasa participación en el total.
• Las conclusiones sobre los motivos que provocan que el verdadero salto exportador aún se haga desear son múltiples y, en su mayoría, conocidos, pero vale la pena repasarlos.
Agustín Núñez, economista de DataRisk, observó que «las fuertes retenciones y los permanentes cambios en el régimen actúan como un elemento disuasivo para los que quieren volcarse al mercado externo».
• Menor acceso de empresas al crédito internacional debido al default, situación que se arrastra parcialmente pese a la reestructuración de la deuda.
• Tampoco consiguió el país sacar ventaja de salarios muy bajos en dólares tras la devaluación (el ingreso pasó de u$s 8.000 per cápita a u$s 3.500), lo cual debería ser uno de los principales argumentos para competir con el mundo en mejores condiciones.
• Aumentaron las ventas a destinos no tradicionales, como Medio Oriente, Sudáfrica o nuevos miembros de la Unión Europea. Pero cayó violentamente Brasil, desde 27% que le vendimos en la convertibilidad a sólo 16% ahora.
Ricardo Arriazu, conocido economista, dijo en estos días: «Mientras más irresponsable es una administración en el registro de transacciones, mejor lucen sus cuentas fiscales y de endeudamiento». ¿Regirá esto también para el comercio exterior? Se perdió aquella vigilancia bimensual del Fondo Monetario desde que le comenzamos a pagar. No hay que olvidar esto.
Los éxitos del "modelo productivo" son impresionantes. Basta recordar que en épocas de la "maldita convertibilidad" y aún después de la devaluación del Real, Argentina mantenía un fuerte superavit comercial con Brasil (si, ya se, los del Grupo Fénix van a decir que es porque la Argentina estaba en plena depresión y por eso no compraba).
ReplyDeleteAhora que el peso vale menos que el real, hemos logrado el éxito impresionante de que ¡Brasil tenga un superávit comercial con Argentina de 4000 millones de dólares anuales!
Ah, no, lo nuestro es un éxitazo. Es extraño que países como Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos o Japón aún no hayan devaluado para ganar productividad... pero por favor, las estupideces que hay que oir...
Creo que una de las razones por las cuales nos siguen mintiendo gobierno tras gobierno, es la nula educación económica de la población, que para colmo en el mejor de los casos está influenciada por los "grandes sabios desarrollistas" como Aldo Ferrer... Así nos va...
Diego, es así. Insisto en que me cuesta entender todo el entusiasmo y el jolgorio de tanta gente por lo que está pasando en Argentina.
ReplyDeleteConozco analistas y expertos que no dejan de cantar loas a todo este catálogo de disparates. Me pregunto si recomendarían este tipo de políticas en sus países de origen.