Feb 15, 2006

Fanáticos sin fronteras

Más sobre las caricaturas del diario danés. Pilar Rahola sostiene que en Occidente lamentablemente está ganando el miedo. Me temo que tiene razón:

El gran Josep Pla aseguraba que el mejor escritor era aquel que plagiaba bien a los escritores anteriores. Me acojo a esta oportuna máxima para justificar el arranque de este artículo que vampirizo de una idea reciente de Alain Filkenkraut. Si existían los payasos sin fronteras, los médicos sin fronteras, los periodistas sin fronteras, etcétera, ahora estamos viviendo, en toda su eclosión, el fenómeno espectacular de los fanáticos sin fronteras.

Ciertamente, hay un mundo en este mundo que ha decidido anclar sus posaderas en la pura Edad Media, pero saben utilizar la tecnología del siglo XXI con la misma precisión que lo haría un posmoderno. La triste metáfora que escribí en plena tragedia del 11-M, "nos matan con celulares vía satélite conectados con la Edad Media", no sólo sigue vigente, sino que consolida sus posiciones y aumenta sus retos.

Es así como la locura integrista bebe de las fuentes de las épicas de hace mil años, pero se conecta por Internet, construye webs donde alimenta el enfrentamiento y utiliza los medios de comunicación con más inteligencia que los propios periodistas. Al Yazira, por ejemplo, llegó a convertir el degollamiento de personas en un reality show. Y así, blanqueado por la televisión, el fanatismo engrandece su influencia, transmuta su intolerancia en resistencia y hasta normaliza su presencia camuflando el carácter de pieza de antropología que realmente es.

3 comments:

  1. Liberty Bell, lo puedo escuchar pero no veo nada, raro...

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  2. Ramiro, gracias por el artículo. Echarle la culpa a los demás de nuestros problemas es uno de los grandes clásicos de todos los tiempos. Cuanto más pobre y atrasado es la sociedad en cuestión, más arraigada la tendencia.

    Por lo general, ese “los demás” suele estar encarnado por los EE.UU. En Argentina, hasta hace unos 25 años, eran acompañados por los ingleses. Conozco una persona que cada vez que escucha o lee el sustantivo "Inglaterra" o el gentilicio “ingleses” no puede resistir agregarle el adjetivo "piratas". Ena especie de mantra laico.

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  3. yo también los llamo "piratas" pero con un guiño de ojos y una sonrisa... vamos a reconocer que la cantidad de obras de arte que se encuentran en los museos británicos no fueror precisamente "donadas"... no?...
    Pero el artículo que ponés es es-pe-luz-nan-te!!! A pesar de los debates eternos que se han generado con los cartoons, el problema es muuuuucho más profundo y va a llegar muuuuucho más lejos...

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