Feb 22, 2006

Más de Elena. Esta vez relacionado con la pena de muerte en California. Sigo insistiendo que en lo personal y desde lo racional no estoy de acuerdo con este castigo. Pero debo admitir que hay casos y casos y que, desde lo emocional, hay veces en que se justificaría.

Esta persona fue condenada por la violación, tortura y muerte de una niña de 17 años. Ahora parece que por cambios legales en la implementación no se puede poner en práctica la ejecución. Me pregunto si estos cambios afectan a todos los condenados a muerte o es sólo en este caso en particular.

4 comments:

  1. Según vi en las noticias, los abogados de este condenado y grupos de derechos civiles etc. esperan que ahora el Tribunal Supremo se pronuncie sobre este tema (concretamente, sobre el tema del dolor infligido a los ejecutados por medio de la inyección letal, NO sobre la pena de muerte, tengo entendido), cosa que retrasaría ESTA ejecución hasta mayo al menos. Por ende, de alguna forma se implica que las demás ejecuciones programadas con inyección letal también queden en suspenso, por el tema de la jurisprudencia. No estoy segura, veremos que se cuentan los papeles en estos días.

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  2. Lamentablemente, el debate sobre la pena de muerte -y en general sobre el derecho penal- ha embrollado tanto las cosas, que la izquierda siempre toma la iniciativa oponiéndose (porque en Estados Unidos se aplica), y la derecha conservadora suele defender la pena de muerte. La izquierda aparece como "garantista" -salvo en Cuba, Corea y los países comunistas; o cuando las garantías son invocadas por militares "violadores de los derechos humanos"- y la derecha, en ese debate de sordos, enhebra un discurso contrario a las garantías.
    Como vemos, la izquierda se ha apropiado del discurso liberal, el liberalismo ha desaparecido de la escena, y de la margen derecha, sólo se escuchan argumentos a favor de "dar leña", inclusive de parte de muchos que alguna vez militaron en partidos liberales.
    La pena de muerte difícilmente disminuya la delincuencia -de hecho, en Estados Unidos hay una tasa de criminalidad mayor que en países que la han abolido- y aunque por hipótesis la amenaza de su aplicación fuera eficaz, la sola posibilidad de que el sistema legal mate a una persona por error (lo que ha ocurrido)debería hacernos reflexionar a los antiestatistas, si es congruente criticar la intervención del Estado en la economía, y aceptar el acto de supremo estatismo, que es la disposición del Leviatán sobre la vida de las personas.

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  3. Aplaudo la coherencia de Julio.
    Estos temas hay que pensarlos en frío, no en estado emocional. Ya vimos lo que fue la reforma penal de Blumberg; un desastre.

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  4. Estoy cien por ciento de acuerdo con Julio y Marcos. Tengamos en cuenta dos cosas: 1) la falibilidad de los jueces y 2) la irreversibilidad de la pena. Y lo mismo va para quienes proponen la castración química (que es lo mismo que cortar la mano al ladrón). Y siempre recordemos que justicia no significa que los jueces deban aplicar la venganza.

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