Feb 14, 2006

Religión y Desarrollo

Hace varias semanas que vengo siguiendo los posts de Don Agustín sobre la relación entre religión y desarrollo. Agustín viene comentando con esperanza el auge de las iglesias evangélicas en Latinoamérica y otras regiones pobres y atrasadas del mundo. Este cambio en lo religioso traería aparejado un cambio en el sistema de valores en el sentido de hacerlo más favorable al desarrollo económico, poniendo énfasis en cuestiones como la responsabilidad individual, apego por la ley, mayor respeto por el prójimo, consideración, anhelo de progreso material, la satisfacción por un trabajo bien hecho, etc.

Puede ser. Pero creo que es interesante considerar también lo que pasó en países como España, Italia, Irlanda y regiones como Québec, de gran mayoría católica. En estos casos, el cambio no involucró la adopción de una nueva religión. Desde mi punto de vista, se debió más que nada al cambio del estatus de la religión en estas sociedades.

En gran medida, podemos decir que se dio un proceso de secularización tardía. El catolicismo tenía una enorme influencia en Québec. En muchos casos, se trataba del último refugio de la cultura francófona. Hasta fines de la década del 60, la Iglesia Católica manejaba el sistema educativo y la salud y tenía una enorme influencia sobre la sociedad, sobre todo en los sectores de bajos ingresos.

Al igual que en España o Italia, la población no se volcó masivamente hacia otras religiones. Simplemente hubo un marcado descenso de la importancia y la influencia de la religión en la vida diaria de las personas. La gran mayoría de las personas en Québec siguen siendo nominalmente católicas, pero las épocas en que las familias tenían 8 o 9 hijos por sugerencia de sus pastores, para preservar la cultura francófona, han quedado en el pasado.

Mariano Grondona sostiene que en los países católicos predomina un “sistema de valores católico”. Por más que se trate de un judío o de un protestante, el sistema de valores es el católico. Lo inverso también es cierto. En los países protestantes predomina un “sistema de valores protestantes”, sin importar la pertenencia formal al catolicismo o al judaísmo.

Creo que lo verdaderamente importante y decisivo es el sistema de valores que predomina en una sociedad, más que su pertenencia formal a tal o cual religión.

4 comments:

  1. Creo que era Max Webber el que dijo que habia un especie de determinismo religioso y que los paises protestantes progresaban y los catolicos no. Bue... Yo creo que poco tiene que ver con la religion y si con otros factores. Alemania, por citar un ejemplo, es un pais con un numero importante de catolicos y una de sus regiones mas avanzadas es Baviera que es definitivamente catolica. Belgica y Holanda son muy similarmente desarrolados (al menos desde el punto de vista de producto bruto) y uno es catolico y otro protestante. El norte de Italia es bastante similar en materia de desarrollo con Suiza, siendo que uno es catolico y otro protestante.
    Tal vez si creo que las culturas sajonas tienen algunas virtudes "sociales" que no tienen las latinas (aunque tal vez estas tengan algunas virtudes individuales que no tienen las sajonas)

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  2. Luis, me parece una simplificación extrema, aunque ampliamente difundida, predicar un nexo causal entre ausencia de valores católicos y desarrollo. Primero fue Max Weber con su énfasis en la ética protestante, y a partir de allí, no faltan las reiteraciones -con variaciones mínimas- de Grondona, Vargas Llosa, Montaner, García Hamilton, et caeteris.
    El capitalismo moderno no nació en Holanda ni Inglaterra, sino en las católicas ciudades italianas del medioevo. El "risorgimento" italiano y el milagro alemán de la posguerra fueron presididos por demócratas cristianos como De Gásperi y Adenauer.
    En tren de buscar relaciones de causalidad entre determinadas concepciones y el desarrollo, la ética relativista y agnóstica que constituye el “background” del “welfare state” de las sociedades europeas modernas y en menor medida, de los Estados Unidos, ha tenido claramente efectos paralizantes del progreso económico y del crecimiento demográfico: Europa Occidental es básicamente atea; la familia prácticamente ha desaparecido como institución; en muchos casos, el padre sustituto del progenitor biológico es el propio Estado; la noción cristiana de caridad ha sido sustituida por la “solidaridad social” provista por el ogro filantrópico, a costa de los contribuyentes.
    Gran parte de lo que hoy es un lugar común del credo políticamente correcto –la desvalorización de la familia; la concepción de la religión como una parte de la superestructura ideológica del sistema capitalista- tiene una clara inspiración marxista. Como el comunismo fracasó categóricamente, pocos lo defienden, pero la sociedad está fuertemente marxistizada en sus aspectos no económicos. Podría decirse que el credo socialdemócrata es la religión laica del momento.
    ¿Ha sido exitosa, desde el punto de vista económico, la socialdemocracia agnóstica? Estados Unidos es un país más religioso, y también más exitoso, que la Comunidad Europea. En Japón, Corea y en general en el Este asiático, han subsistido por más tiempo, y en la época de su gran crecimiento, las pautas propias de la familia tradicional. Las familias monoparentales que surgen como consecuencia de la disolución de los vínculos familiares, con sus frecuentes secuelas de baja capacitación, desocupación, vicio, drogadicción y delito, ¿han sido provocadas por las concepciones y prácticas católicas? Si Argentina fuera una país realmente católico o cristiano, ¿tendría el monstruo K el apoyo que tiene? ¿Era menos católico nuestro país cuando crecía impetuosamente (hasta 1916, 1930 o 1943, según te parezca) o menos que ahora?
    El catolicismo –y en general el cristianismo- proveen de un capital social que en gran medida fue destruido a partir de la década del 60. Sugiero la lectura del excelente libro de Francis Fukuyama, “The great disruption”. No es precisamente un creyente, pero sí pone de manifiesto los deletéreos efectos en la sociedad, del relativismo ético que es una consecuencia, si no inexorable, muy probable de la ausencia de religión.

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  3. Luis, me parece una simplificación extrema, aunque ampliamente difundida, predicar un nexo causal entre ausencia de valores católicos y desarrollo. Primero fue Max Weber con su énfasis en la ética protestante, y a partir de allí, no faltan las reiteraciones -con variaciones mínimas- de Grondona, Vargas Llosa, Montaner, García Hamilton, et caeteris.
    El capitalismo moderno no nació en Holanda ni Inglaterra, sino en las católicas ciudades italianas del medioevo. El "risorgimento" italiano y el milagro alemán de la posguerra fueron presididos por demócratas cristianos como De Gásperi y Adenauer.
    En tren de buscar relaciones de causalidad entre determinadas concepciones y el desarrollo, la ética relativista y agnóstica que constituye el “background” del “welfare state” de las sociedades europeas modernas y en menor medida, de los Estados Unidos, ha tenido claramente efectos paralizantes del progreso económico y del crecimiento demográfico: Europa Occidental es básicamente atea; la familia prácticamente ha desaparecido como institución; en muchos casos, el padre sustituto del progenitor biológico es el propio Estado; la noción cristiana de caridad ha sido sustituida por la “solidaridad social” provista por el ogro filantrópico, a costa de los contribuyentes.
    Gran parte de lo que hoy es un lugar común del credo políticamente correcto –la desvalorización de la familia; la concepción de la religión como una parte de la superestructura ideológica del sistema capitalista- tiene una clara inspiración marxista. Como el comunismo fracasó categóricamente, pocos lo defienden, pero la sociedad está fuertemente marxistizada en sus aspectos no económicos. Podría decirse que el credo socialdemócrata es la religión laica del momento.
    ¿Ha sido exitosa, desde el punto de vista económico, la socialdemocracia agnóstica? Estados Unidos es un país más religioso, y también más exitoso, que la Comunidad Europea. En Japón, Corea y en general en el Este asiático, han subsistido por más tiempo, y en la época de su gran crecimiento, las pautas propias de la familia tradicional. Las familias monoparentales que surgen como consecuencia de la disolución de los vínculos familiares, con sus frecuentes secuelas de baja capacitación, desocupación, vicio, drogadicción y delito, ¿han sido provocadas por las concepciones y prácticas católicas? Si Argentina fuera una país realmente católico o cristiano, ¿tendría el monstruo K el apoyo que tiene? ¿Era menos católico nuestro país cuando crecía impetuosamente (hasta 1916, 1930 o 1943, según te parezca) o menos que ahora?
    El catolicismo –y en general el cristianismo- proveen de un capital social que en gran medida fue destruido a partir de la década del 60. Sugiero la lectura del excelente libro de Francis Fukuyama, “The great disruption”. No es precisamente un creyente, pero sí pone de manifiesto los deletéreos efectos en la sociedad, del relativismo ético que es una consecuencia, si no inexorable, muy probable de la ausencia de religión.

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  4. Julio, gracias por tu comentario. En lo personal, creo que el desarrollo está relacionado a un sistema de valores. Hay valores que son favorables al desarrollo y otros que son resistentes. Independientemente de la religión o del grado de religiosidad, en países de como la Argentina predomina un sistema de valores netamente resistente al desarrollo y claramente hostil a la modernidad. Como digo en mi post, el sistema de valores es independiente de la religión predominante en una sociedad.

    No soy un experto en el tema, pero lo que Weber y sus seguidores sostienen es que ciertos valores son más comunes de encontrar en sociedades que practican ciertas religiones. Esto no quiere decir que una sociedad nominalmente católica está condenada al subdesarrollo.

    El mundo no conoció el crecimiento económico hasta el siglo XVI aproximadamente. Uno de los grandes detonantes fue el cisma protestante que dio legitimidad al éxito terrenal. Uno de los grandes cambios fue sostener que estaba predeterminado de antemano quienes son los que acceden a la salvación eterna. Como humanos, no lo sabemos, pero hay indicios. Uno de ellos es el éxito material en esta vida. El reino de los cielos ya no está reservado a los pobres, las personas que crean riqueza son las “elegidas”. Pero no se trata del éxito de cualquier manera. Se deben seguir estrictamente los preceptos cristianos (del cisma protestante).

    Todo esto no es un ataque al catolicismo ni mucho menos. Como vos bien dices, los pioneros en el sistema que luego se conoció como "capitalismo" fueron las ciudades estado del norte de Italia. Pero muy pronto perdieron dinamismo y decayeron, en gran medida por su proximidad al Vaticano y el catolicismo de la época. La verdadera revolución se da cuando el sistema pasa a Holanda y de ahí a Inglaterra, y es arrollador cuando se practica en las colonias inglesas de América. Tal es así, que los EEUU se convierten en el primer país en entrar en la modernidad de la historia.

    ¿Es compatible un sistema de valores favorable al desarrollo con el catolicismo? Por supuesto que si. La prueba está en la Irlanda, España, Italia actual y en la Argentina de fines del siglo XIX. Esa Argentina fue el primer país de habla hispana en entrar en la modernidad.

    Insisto, no se trata de la fe religiosa, se trata del sistema de valores que predomina en una sociedad.

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