Aguas Argentas

Insisto con que en Argentina es necesario seguir explicando cuestiones elementales. Décadas desperdiciadas con los más estrambóticos experimentos estatistas no han conseguido aún convencernos de lo negativo de este modelo.

Y, como de costumbre, siempre nos damos maña para ir a contramano del mundo. Alejandro Tagliavini sobre la gestión del agua potable:

Es difícil saber quiénes son más estúpidos: si los idiotas útiles que apoyan a los populistas, o estos dirigentes políticos y sindicales, que viven como príncipes de la antigüedad y se creen dioses del Olimpo que "salvarán a sus pueblos". Semejante soberbia, al imponerse por sobre la libertad de cada persona, al imponerse sobre cada persona, no solo comete una inmoralidad al violar un derecho humano fundamental, sino que justifica la vida dispendiosa, lujuriosa, que estos dioses llevan como si fuera un derecho adquirido.

Como no podía ser de otra manera, esta inmoralidad provoca que la Argentina vaya a contramano. Cuando, desde muchos lados, cada vez más, se aboga contra la violencia (y días antes de celebrar el "picnic day" establecido por el gobierno para el 24 de marzo), el Estado haciendo abuso de su capacidad de represión ("legal") policial, decide tomar Aguas Argentinas. Coincidiendo con la "cumbre del agua" realizada en México.