Hace rato que vengo hablando de la dinámica de los conflictos que genera esta administración: Kirchner o algún otro funcionario se manda un exabrupto hormonal; se genera el conflicto; lejos de tratar de poner paños fríos, se hace hasta lo imposible para potenciarlo; a los pocos días, salen los titulares de los diarios hablando de “distensión” y “gestos de acercamiento” como si se tratara de un logro extraordinario de esta administración.
Invariablemente, se trata de vender el episodio como un enorme éxito. La idea es que Kirchner puede ser un poco excéntrico, pero en el fondo sus exabruptos le dan resultados.
Sinceramente me pregunto cuales son los resultados. En el caso concreto de Uruguay, ni siquiera se lleva a cabo la tan mentada reunión entre los dos presidentes a la que le venían dando manija en los medios argentinos desde hace por lo menos una semana.
Vuelvo a insistir, ¿para qué todo esto? ¿Qué ganamos con esta locura? No hubiera sido mejor evitar esta situación tan penosa, que tan mal habla de nosotros, y que Kirchner levantara el teléfono para hablar con Tabaré?
Y siga, siga, siga el baile...
ReplyDeleteNo pasa nada, Víctor, hay cosas que están bien o mal según quien las haga.
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