Mar 29, 2006

Inmigración en España

Elena es una amiga española, colaboradora a tiempo parcial del blog. Me parece que vale la pena conocer su punto de vista sobre el problema de la inmigración desde una perspectiva de la Madre Patria:

Lo vengo siguiendo, es dificilísimo, y no te creas que soy ausente al problema en sí, ya que acá tenemos lo mismo (aunque las dimensiones sean tal vez menores). Se ha intentado legislar esto de varias formas, legalizar a todos los que tuvieran trabajo, pero simultáneamente dificultar la entrada, en fin, varias cosas.

Con los temas económicos o, si quieres, materiales, es relativamente más fácil distanciarse y opinar, aun cuando se tenga una opinión ambigua, pero cuando se trata de personas es difícil racionalizar. Escuché este planteamiento acerca de la "liberalización" de la inmigración, es decir, al igual que propugnamos la liberalización del trabajo, así mismo debería liberalizarse el acceso al mismo. No me parece mal en principio, pero ¿qué criterios podrían utilizarse de manera que se garantizara el bienestar de los habitantes del propio país? Y ¿los criterios no son ya en sí una "barrera" a la liberalización?

Como bien dice Sowell, el ser desafortunado en la vida ha sido una tradicional excusa para justificar todo tipo de conductas incorrectas. Habría que educar, pero no de por sí perdonar la "ignorancia". Igualmente, habría que entender la inmigración como un fenómeno social bien normal en este punto de la historia, pero no por ello darle vía libre sin ningún tipo de regulación.

Lo mismo que Sowell traslada a la inmigración te lo puedo ejemplificar perfectamente acá en España: los jardines de infancia, colegios, institutos públicos y subvencionados tienen unos criterios para admitir niños (por el número de plazas, que parece que no da para todos, especialmente en ciertas zonas). Bien, pues los padres rellenan un cuestionario, en el que la respuesta a cada pregunta tiene una puntuación (por ejemplo, hermanos, ingresos, trabaja la madre, etc.). La cuestión es que hoy en día una de las preguntas es "¿Inmigrante?" y la respuesta "Sí" tiene tanto valor que muchos hijos de inmigrantes llegan a conseguir plazas escolares que quedan inaccesibles a hijos de padres españoles currantes, bien humildes, donde tiene que trabajar los dos para llegar a fin de mes.

Te digo esto, que es increíble, porque a dos empleados de Marga les ha pasado. Una chica tuvo que dejar su empleo con Marga porque le costaba más pagar el jardín de infancia privado que el sueldo que ganaba con la tienda.

Por si esto no fuera poco, Marga paga exactamente lo mismo a inmigrantes y a españoles, pero irónicamente el paquete de beneficios sociales con el que acaban los inmigrantes les aporta mayor rendimiento que a los propios españoles.

¿Qué te parece eso? Es un punto de referencia solamente, pero hace que se tengan puntos de vista muy agresivos sobre la política de inmigración. Es muy bonito decir "sanidad para todos, educación para todos, oportunidades para todos" pero es diferente si te planteas que por "igualar" el nivel de vida de los inmigrantes indiscriminadamente, lo que se consigue en realidad es discriminación positiva con los propios ciudadanos del país. O sea, acaban teniendo "más" oportunidades los inmigrantes que los nativos.

Por estas cosas, que como bien ves tengo cercanas, me cuesta opinar racionalmente sobre este tema. No es que no tenga opinión, ¡es que me cuesta racionalizarla!

4 comments:

  1. Interesante planteo el que haces.

    Escuché este planteamiento acerca de la "liberalización" de la inmigración, es decir, al igual que propugnamos la liberalización del trabajo, así mismo debería liberalizarse el acceso al mismo. No me parece mal en principio, pero ¿qué criterios podrían utilizarse de manera que se garantizara el bienestar de los habitantes del propio país? Y ¿los criterios no son ya en sí una "barrera" a la liberalización?

    De la misma manera; no habria que pensar en el bienestar de los habitantes cuando se exporta trabajo a un pais como China que compite en condiciones desiguales?

    Mi pregunta es simple.
    Por que es valido; por razones de costo; mandar a hacer el trabajo afuera, sin tener en cuenta como impacta en el pais de origen el outsourcing; pero no es valido importar trabajadores que van a participar de la economia local?

    Que proceder afecta mas a los habitantes del propio pais?

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  2. el problema que origina la preferencia sobre los hijos de inmigrantes en las guarderías públicas no es un problema de la inmigración en sí.

    el problema es que el estado tenga que administrar guarderías y se vea en la necesidad de implantar criterios de exclusión. los mimos siempre serán injustos para alguno.

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  3. Anónimo, verdaderamente no tengo una buena respuesta, pero sí una inexperta opinión:

    Coincido con tu comentario sobre el outsourcing, su principal razón es el costo, y también apoyo lo que dices sobre que las empresas y países que hacen outsourcing no tienen demasiadas preocupaciones respecto al impacto causado en el país receptor de las subcontratas (aunque ya se puede leer por varios ámbitos que ciertos países están desarrollando e implementando políticas de ética comercial al respecto).

    En cualquier caso, la diferencia que veo es que la inmigración no se "importa". Sí se ha importado históricamente en muchas ocasiones, y todavía hoy, donde países necesitados de médicos, enformeros, maestros, ingenieros, etc, efectúan campañas activas de "importación" de mano de obra. Pero a mi modo de ver este no es el caso con la inmigración que en estos días está en el ojo del huracán. Esta masa migratoria se mueve por intereses propios, por aspirar a una vida mejor, por X razones, pero nadie la ha solicitado activamente, es decir, nadie les ha ofertado que inmigren. La inmigración refleja el ejercicio de la propia voluntad y libertad individual de las personas, ejercicio que en muchos casos se ejecuta ilegalmente, a diferencia del outsourcing donde los países receptores compiten en el mercado y se rigen por las leyes de la oferta y la demanda (aunque en ocasiones compitan en condiciones de competencia cuasi desleal). Esa sería la diferencia fundamental que personalmente encuentro entre el outsourcing y la inmigración.

    Podría decirse que hay demanda de esta mano de obra (habitualmente) barata, y no digo que no sea así. Pero el cruzar fronteras, legal o ilegalmente, es una decisión personal. Estas personas deciden participar de la economía local por cuenta propia, y la economía local las absorve, o no, en función de nuevo de las leyes de la oferta y la demanda. Una vez entran en el mercado, por sus leyes se rigen, bien, pero hay que tener presente que están aquí porque han impuesto su presencia, lo cual a mi modo de ver marca una diferencia sutil.

    En fin, no sé, es bien complicado todo esto.

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  4. Tienes razón, Jorge. El problema de la falta de plazas se debe no a la inmigración directamente sino en gran parte a la falta de previsión del Gobierno. Las plazas escolares decrecieron en los 80' y 90' por la radical caída de la natalidad, y cuando empezó a llegar inmigración de forma masiva, nadie tuvo la previsión de calcular que la natalidad crecería proporcionalmente a la llegada de inmigrantes, junto con la necesidad de plazas escolares.

    No obstante, ya hallándonos en el problema de la falta de plazas, y ante un baremo de acceso/exclusión, ¿por qué el hecho de ser inmigrante tiene tanto valor? Puede que "la culpa" no sea directamente de los inmigrantes, sino de la falta de previsión del estado, pero no deja de ser un agravio comparativo, que crea resentimiento. O sea, ¿por qué joder con el baremo a los propios nativos? Desde luego, ellos sí que no tienen la "culpa".

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