De Liberty Bell. Parece un chiste, pero aparentemente no hay problema con el maltrato de niños y bebés en el Reino Unido si se trata de una madre es musulmana. Si es de otra nacionalidad, se pudre en la cárcel:
A BANGLADESHI woman who shook a baby boy so violently that he suffered brain damage walked free from court yesterday because a judge conceded that she did not know how to behave in the West.
Rahella Khanom, 24, caused the five-month-old boy in her care to suffer fractures to his breast bone and ribs as she tried to rid him of evil spirits, Southwark Crown Court was told.
The injuries inflicted on the child over several weeks had caused one side of his brain to shrink. It was believed that the boy would have been screaming in agony for eight weeks because his injuries went untreated.
Khanom, from Poplar, East London, said that she had wanted to purge the baby of evil spirits as it cried and cried. She was not found to be mentally ill.
The court was told that Khanom, a Muslim, did not understand that shaking a helpless baby would not exorcise an evil spirit.
Judge Rodney McKinnon told Khanom: “Normal and right-minded people will be horrified by this. Everybody must recognise how serious it is to treat children in this way and to use violence.” But the judge said that Khanom’s strong cultural and religious beliefs, and the fact that she had been forced by her husband to live in isolation since coming to Britain from Bangladesh, meant that there were exceptional circumstances in her case.
Técnicamente, si una persona no comprende la criminalidad de sus actos, no se le podría aplicar una pena, es más, no tendría sentido aplicarle una pena porque el objetivo de la imposición de penas es disuadir la realización de determinadas conductas (para lo cual el potencial disuadido debe comprender la criminalidad de lo que hace).
ReplyDeleteAhora bien, eso no significa que los jueces deban quedarse de brazos cruzados ante situaciones como la que hacés referencia. Ignoro como es el sistema penal en Gran Bretaña, pero en nuestro país si una persona no comprende la criminalidad de sus actos pero representa un peligro para sus semejantes, puede aplicársele una medida de seguridad, por ejemplo internarla en un instituto psiquiátrico. Desde ya tendrían que quitarle la tenencia de sus hijos y tomar otro tipo de medidas, pero la no imposición de una "pena" no es algo en principio descabellado al menos en lo que respecta al sentido técnico-jurídico de la palabra "pena".
En el Reino Unido ha habido casos de ciudadanas británicas nacidas en suelo británico que han sido secuestradas por miembros de su familia o patentemente engañadas por los mismos, y que terminan casadas con correligionarios aprobados por sus padres en Pakistán, India, o Bangladesh. Generalmente la pareja dura en esos lugares el tiempo justo para que la mujer tenga un hijo, y luego ella puede reingresar al Reino Unido con su marido y su bebé. El objetivo de tener al hijo primero es para atar a la mujer a la relación: la mayoría de las mujeres en una relación abusiva o que les fue impuesta por la fuerza, permanecerán en dicha relación debido a los hijos. Las autoridades británicas han sabido de este fenómeno por décadas, pero, que yo sepa, jamás se han atrevido a hacer nada. En muchos de los casos las involucradas son menores de edad quienes, supuestamente bajo la protección de la ley británica, son secuestradas para ser violadas sexualmente por sus "maridos" en la tierra natal de éstos. Gran Bretaña contempla severas penas de cárcel a quien perpetre dicho crimen, o a quienes le ayuden o encubran. Sin embargo, en el caso de las "Paki wives" como se les conoce por allá (generalizando: no todas son pakistaníes, pero sí la mayoría), el gobierno ha sido infame por no entrometerse. Sólo las protestas en medios como The Spectator (Theodore Dalrymple y David Pryce-Jones me vienen a la mente) y la atención del público a lo que ocurre en sociedades musulmanas, han mermado esta actitud de pasividad que no es más que complicidad en la violación sistemática y feroz de los derechos más fundamentales de ciudadanas británicas atacadas por sus familiares, por los violadores que son sus "maridos" y por el gobierno británico. El doble stándard existe, aunque no está escrito: esto, curiosamente, lo hace aún más difícil de combatir, ya que es imposible legislar contra lo que no existe.
ReplyDeleteAunque el encabezado se refería a la leniencia con la que se aplicó la ley en un caso puntual, creo que sirve como ejemplo de cuán asustados están en el mundo occidental de ofender o desagradar a quienes han llegado a sus costas como inmigrantes.
Me alegro que este tema haya salido a colación. Es algo que nos ha indignado a mi mujer y a mí por años.
Justamente a eso se refiere Carlos Escudé cuando habla del relativismo moral que se impone en amplios sectores de Occidente.
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