Quiero dejar en claro mi punto de vista sobre la inmigración, por si le interesa a alguien:
- Antes que nada, no existe el derecho de un extranjero a entrar a otro país. Ni los mexicanos ni ningún otro extranjero tienen el derecho a vivir y trabajar en EEUU. Son los EEUU los que conceden este privilegio, de la manera en que ellos lo consideren apropiado o conveniente.
- Estoy convencido de que la inmigración es beneficiosa tanto para el que emigra como para el país que recibe los inmigrantes. En algunos casos, también lo es para los países que expulsan población. Estos beneficios van mucho más allá de la mera cuenta de costos y beneficios en el corto o mediano plazo. Es un enorme aporte a la riqueza de un país en un sentido que va mucho más allá de lo económico o monetario. Un país como Argentina es mucho más rico por el aporte de los millones de inmigrantes.
- Estados Unidos debe implementar un sistema de inmigración legal para desalentar la ilegalidad. No soy un experto en el tema, pero creo que un sistema como el canadiense podría ser una buena idea. En Canadá existen canales legales para acceder a vivir y trabajar en el país. Además del sistema de selección federal, provincias como Québec y Manitoba tienen sistemas de selección propios. Todos son en base a puntaje. El candidato es evaluado de acuerdo a una serie de requisitos (entre ellos monetarios) y se le va otorgando puntos. Si alcanza el puntaje requerido, está en condiciones de emigrar a Canadá.
- Un canal legal para inmigrar a EEUU sin duda sería un avance, pero no terminaría con el problema de la inmigración ilegal. Lamentablemente, muchos de los actuales inmigrantes ilegales no pasarían un sistema de selección como el de Canadá, donde se evalúa de acuerdo a nivel de estudios, preparación, experiencia, etc. Por las enormes diferencias en el nivel de ingresos y calidad de vida entre EEUU y sus vecinos del sur, aun con un fluido canal de inmigración legal, la ilegal seguiría siendo considerable.
- Por lo anterior, creo que es una fantasía muy peligrosa pensar que es posible terminar con este problema, por lo menos en el mediano plazo. Se puede contribuir a descomprimirlo, pero la verdadera solución no pasa por los EEUU.
- La única solución definitiva a este problema está en los países que expulsan población. Es imprescindible que estas sociedades inicien las reformas promercado necesarias para hacer el catch up con EEUU y otros países desarrollados. Mientras la diferencia en el nivel de ingresos y las oportunidades se mantenga, es prácticamente imposible controlar la situación.
- Por otro lado, existe el problema de los inmigrantes ilegales que ya están en el país. Un sistema inmigratorio legal no serviría de mucho para solucionar este problema. Me temo que tal vez no quede otra opción que una nueva amnistía, por lo menos para los ilegales de mayor antigüedad en el país. No es posible ni deseable expulsar a los inmigrantes ilegales que viven en EEUU.
- La construcción de un muro entre EEUU y México es un disparate y no serviría para nada. Propuestas como ésta reflejan mucho más el grado de frustración de mucha gente que un análisis racional de la situación. De todos modos, creo que EEUU tiene el derecho de erigirla o no, no existe el derecho de los mexicanos a no tener un muro en la frontera con otro país.
- La contracara de un canal legal para inmigrar debe ser necesariamente la asimilación del inmigrante. No integrarse es muy negativo para el país anfitrión y para el extranjero que llega. Cuanto más rápido un inmigrante deje ser un extranjero, mejor. Creo en el derecho al “orgullo étnico” y a no perder la identidad, pero se debe dar dentro del marco de la integración a la cultura y los valores del país anfitrión. No es posible pretender disfrutar de todos los beneficios de vivir en EEUU sin ser parte del país.
Como dice Porky Pig, that’s all folks
MAGISTRAL SEÑOR BOOM!!
ReplyDelete100% de acuerdo con vos...
Gracias, Dolores, temita complicado si los hay. Creo que nos toca de cerca a nosotros por ser inmigrantes ourselves.
ReplyDeleteMira, Daniel Boom, creo que lo has bordao, pero entre toda tu brillantez me quedo con esto:
ReplyDelete"(...) la verdadera solución no pasa por los EEUU."
Todo lo que dices está ajustado a mi forma de verlo, pero esto es un punto clave: no importa todo lo que se de, se otorgue, o se prohiba, se vete en el país receptor... mientras para el emisor siga siendo una solución interna "la expertación" de personas para paliar su propia situación interna.
O se solventan los problemas internos, tendiendo a la equiparación del nivel de vida de los países a los que se emigra, o serguirá yendo la gente a buscar ese nivel de vida deseado a otra parte, muro o no muro.
Muy de acuerdo con el enfoque.
ReplyDeleteGlenn Reynolds propone que USA anexe a México (no militarmente, pero como España fue "anexada" por Europa.
Lee el artículo: http://www.msnbc.msn.com/id/12132529/#060410
Glenn Reynolds ha subido en mi aprecio por la manera equilibrada con que trata el tema.
Isidro, muy bueno el artículo de Glenn Reynolds. Lo posteo ya mismo, creo que vale la pena.
ReplyDeleteAparte del ejemplo de España que mencionas, es muy en línea con lo que propone Jorge Ávila del CEMA, de importar instituciones. Este economista sostiene, parafraseando a Ortega y Gasset, que Argentina es el problema, el mundo es la solución.
Bartolomé, estoy de acuerdo con vos. Pero te invito a leer la última columna de Thomas Sowell, creo que es interesante.
ReplyDeleteLuis, en general estamos de acuerdo, pero esta vez disiento con tu punto de vista. En realidad Bartolomé se adelantó un poco a lo que tenía pensado decir. Coincido con él. Para mi los únicos que deben decidir sobre el uso de los distintos recursos de un país son sus propietarios. Como en las democracias capitalistas (que son los únicos países receptores de inmigrantes) los propietarios de sus recursos son los millones de ciudadanos que viven en ellos, ¿con qué derecho el Estado puede prohibir, por ejemplo, que un norteamericano le alquile su casa a un Mejicano, o que un alemán contrate como empleado a un armenio? ¿Por qué el Estado debe decidir que existen personas "legales" habilitadas para celebrar contratos, en lugar que sean los propietarios de los recursos quienes decidan cómo y con quien contratan?
ReplyDeletePor otra parte, respecto de la propuesta de "evaluar" quien está capacitado para inmigrar a un país, me pregunto, con ese criterio, por qué no se evalúa a quienes nacieron en él para determinar si son aptos para seguir viviendo allí. ¿Porqué el gobierno de Canadá le toma un examen al que nace en Nicaragua y no al que nace en Ontario?
A mi modesto entender, tales criterios son absolutamente arbitrarios y carentes de lógica, y no hacen más que coartar la libertad de las personas de disponer libremente de su propiedad.
P.D.: Lo único que le exigiría a los inmigrantes es que paguen sus impuestos como cualquier hijo de vecino y se comporten conforme las leyes del país receptor.
Durante gran parte del siglo 20, Chile exportó habitantes a Argentina; tanto así, que tengo entendido que hubo más de medio millón de chilenos del otro lado de los Andes. Las diferencias económicas entre Chile y Argentina fueron grandes durante el pasado siglo, pero no gigantescas como la brecha que separa a México de Estados Unidos. En todo caso, era obvio que el país atlántico gozaba de un mejor nivel de vida que mi país y esta situación, que no cambió sino hasta hace muy poco, se sumaba a ciertas diferencias culturales propias de lo que distingue a cada pueblo. Según lo que he leído, hay menos de 200 mil chilenos en Argentina ahora. Tal vez sean más, aunque dudo que muchos más, o pueden ser menos. El caso es que el medio millón parece ser la marca alta de este oleaje migratorio de Oeste a Este. Lo que ocurrió es que por primera vez en más de cien años, el ingreso por habitante de Chile es bastante superior al de Argentina. Chile ha sido tradicionalmente un país más estable que Argentina, pero nunca había podido combinar su relativa estabilidad política, con prosperidad relativa que sintieran todos sus ciudadanos. La feliz coincidencia de elementos propicios, políticas adecuadas y gente por lo general capaz de ejercer sus labores honesta y eficientemente, le han rendido frutos a mi país, que ya no se halla entre los países exportadores de personas, aunque sí de salmones. Todo este largo preámbulo para, a través de un ejemplo que nos toca a todos, decir que concuerdo con lo expresado por Luis. Barreras van a existir siempre y el predicar libertad absoluta de movimiento y asentamiento es poco serio. Chile, que se jacta (con algo de razón) de ser un país en verdad serio, un buen día decidió que exportar trabajadores a Argentina, depender absolutamente del cobre, y culpar a los gringos o a España o a los incas de nuestra triste realidad NO era la solución a nuestros problemas. Si hay trabas a ciertas exportaciones, los países pobres deben encontrar otras exportaciones que no tengan trabas. Sentarse a esperar que los ricos les den el bienestar los va a dejar igual o peor de pobres que hoy. Eso va por toda Latinoamérica, pero principalmente por México (tierra de mi mujer) y los mexicanos, quienes no protestan en su nación por las injusticias diarias y el obsceno espectáculo de un país riquísimo sumido en la más abyecta pobreza, donde cientos de miles cada año prefieren arriesgarse a morir en el desierto, que seguir viviendo en México. Ese México lindo y querido que aman tanto los mexicanos con sus banderas en Los Angeles, esa raza por la que protestan en Texas, es al que no quieren volver ni a palos a vivir, sólo de turistas. Y el cambio que pudieron haber implementado en su país se lo dejan a otros, se van "al Norte" y acá protestan llenos de vigor por "sus derechos." No es un tema sencillo, como dice Luis, pero me gustaría escuchar y leer más honestidad.
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