Roberto Cachanosky sobre la vuelta de la maravillosa tradición argentina de convivir eternamente con los problemas. Estamos convencidos de que los problemas, como las deudas, desaparecen si los ignoramos:
Cuando uno ve el rumbo que va tomando la economía, descubre que esta política del día a día no significa otra cosa que posponer las soluciones. Kirchner no resuelve los problemas, los patea para adelante creyendo que en el futuro, por alguna razón mágica, se van a resolver solos por el mero transcurso del tiempo. Sin embargo, el paso del tiempo agrava los problemas. Si no fuera así, no tendría que haber salido corriendo para Misiones a reunirse con Morales, Chávez y Lula para tratar de apagar un incendio que se le viene encima, relanzando el ridículo PURE (Plan de Uso Racional de la Energía) para intentar dilatar nuevamente los problemas energéticos.
Insisto: lo que unos llaman pragmatismo y otros la política del día a día, para mí no es otra cosa que ausencia de reglas de juego claras y estables que incentiven la inversión. El principal problema en que Kirchner está metiendo a la Argentina consiste en la descapitalización del país. Porque Kirchner no sólo está dispuesto a consumirse el stock de capital para sostener artificialmente bajo el precio de la carne o del gas, sino que su política del día a día condena a la Argentina a tener un horizonte no mayor al de 24 horas.
You mean que del canje no resultó una quita fenomenal sobre la deuda externa?
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