James Neilson sobre la izquierda y la derecha tradicional y moderna:
Cuando se depositó la Unión Soviética en el basural de la historia, aquellos izquierdistas que sin pensarlo dos veces daban por descontado que el capitalismo liberal era el peor de todos los esquemas concebibles tuvieron que buscar una alternativa nueva. No les era fácil, ya que China tomaba el camino capitalista, pero por increíble que parezca, en Europa y Estados Unidos algunos eligieron otorgar dicho papel al yihadismo islámico al que tratarían como si sólo fuera un fenómeno antiimperialista. Si bien pocos se convertirían al islam, muchos se solidarizarían con la "resistencia" iraquí, que se especializa en matar a sus compatriotas, por pertenecer a una secta musulmana a su juicio mala y porque también estaban en contra de Estados Unidos. Aunque ya no hay duda alguna de que la mejor forma de apurar el regreso a casa de los militares norteamericanos y británicos consistiría en apoyar a los políticos iraquíes que están tratando de construir una democracia viable y que, por lo demás, son los gobernantes más representativos del mundo árabe, buena parte de la izquierda internacional quiere que Irak degenere en un matadero porque tal desastre perjudicaría al odiado George W. Bush.
Aún más llamativa que la simpatía que sienten ciertos izquierdistas por las bombas humanas, que se detonan en mezquitas, restaurantes y calles frecuentadas, es la voluntad de casi todos en Europa y Estados Unidos de reivindicar prácticas musulmanas que son radicalmente incompatibles con los ideales de sus putativos bisabuelos ideológicos. Ateos rabiosamente anticlericales que se mofan a diario de los cristianos hacen gala de su reverencia por cualquier particularidad musulmana. Lejos de proclamarse indignados por la opresión sistemática de la mujer en muchos países islámicos, con pocas excepciones los feministas occidentales dicen que hay que respetar las diferencias culturales. Asimismo, defensores acérrimos de los "matrimonios gay" en sus propios países raramente protestan contra la persecución de homosexuales en Irán, donde los ahorcan o los lapidan, y otros países del Medio Oriente. Antes bien, atribuyen tales aberraciones salvajes al colonialismo occidental que, dan a entender, los ha obligado a actuar de aquel modo.
El contacto cálido de la izquierda con el islamismo más fanático viene de antes. Es sólo cosa de recordar que Foucault alabó la revolución de Jomeini como "la" alternativa al horrible mundo occidental que lo "reprimía" a él.
ReplyDeleteYo me considero de centro. La derecha me recuerda al nazismo/conservatismo y la izqueirda al socialismo/comunismo, no me gusta ninguno de los 4.
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