A member of Argentina's Arab community shows a tattoo of Iran's late leader Ayatollah Ruhollah Khomeini during a protest rally in Buenos Aires against the Israeli attacks on Lebanon that have killed scores of civilians, July 17, 2006.
No me van a decir que no somos un país maravilloso. Semo los argentinos, pa lo que guste mandar.
Que ese energúmeno ande suelto por las calles de Buenos Aires demuestra en forma contundente la existencia del eje Argentina-Venezuela- Irán - Norcorea.
ReplyDelete¿No es como too much hasta para la Argentina? Me pregunto si es un tatuaje de verdad o si está dibujado con lápices pastel mojados.
ReplyDeleteEs too much, pero me parece que es un mal mundial.
ReplyDeleteEl fallecido Jean Francois Revel escribió muchos libros interesantes, y en particular los dos últimos resultan plenamente aplicables a la opinión pública occidental, en particular europea y, of course, argentina: "La gran impostura" o "La gran mascarada", y "La obsesión antiamericana" (que comprende también el antiisraelismo).
Lo que debe preocuparnos no sólo lo que ocurre en este país de locos que es Argentina, es lo que sucede en el mundo: para el vulgo (incluyendo en el vulgo a mucha gente pretendidamente culta) los malvados son los norteamericanos y los judíos. El antisionismo es el summum de la corrección política.
Yendo a Argentina, ¿qué te puede extrañar? Si lees los libros de Bonasso, y uno de Viviana Gorbato, con fotografías de un "combatiente" (y a la época que se escribió el libro, funcionario argentino) disparando su fusil automático, verás que los ex montoneros reconocen sin complejos que se entrenaban en campos de terroristas palestinos, en eL Líbano. Bueno: ahora esos montos están en el gobierno, y probablemente sus espías informáticos están "hackeando" nuestros correos electrónicos y páginas web. Con esa gente en el gobierno, ¿qué se puede esperar?
Como leí en varios blogs y concuerdo totalmente, ¿cómo concilia el gobierno su retórica supuestamente solidaria con la comunidad judía de Argentina, con su alianza con Venezuela, que a la vez es aliado de Irán, cuyas autoridades por su parte están íntimamente imbricadas con la Hizbollah? Se está juzgando al juez (Galeano) que, bien o mal, (probablemente mal, en forma torpe, ineficiente y antijurídica)apuntaba a la conexión iraní. El atentado a la AMIA sirve al gobierno, al CELS, a "Memoria Activa" y alguno que otro oportunista, para tirar mierda contra Menem, Beraja y otros, pero en el fondo, lo último que querría el gobierno es que se esclarezca la conexión de los atentados con Irán.
No te digo...
ReplyDeleteOLA ya está en Argentina. Estamos fritos nomás.