Ayer veía en el noticiero las protestas anti Israel y pro Hezbollah en Montreal. Aunque la excusa formal era marchar “por la paz”, lamentablemente tengo que decir que en gran medida mucha de esa gente estaba ahí para apoyar a Hezbollah, a juzgar por la cantidad de banderas de esa organización terrorista que se mezclaban con las del Líbano y por los cánticos que entonaban.
Lamentablemente la impresión que me quedó fue que esta gente está mucho más preocupada por y comprometida con la venganza y la destrucción de sus enemigos que por conseguir una paz duradera y realista. But that’s just me.
Una de las cosas que más me llamó la atención fue que las dos o tres personas del público a las que les consultaron opinaron categóricamente que la responsabilidad de lo que está pasando en Medio Oriente es de Hezbollah y sus ataques, y que la solución es muy sencilla: detener indefinidamente los ataques con misiles a Israel.
La verdad es que casi me caí de posición cúbito dorsal, por no decir de esculapio.
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