Cómo me hacen hablar, che

Cuando comencé esto del blog hace un par de años la idea era tener una válvula de escape para la frustración que sentía por muchas cosas que pasaban en Argentina principalmente y en el resto del mundo también. Para decirlo en cristiano, como ya la tenía podrida a la Opinadora temando siempre con lo mismo, la opción era el blog o un divorcio por saturamiento de comentarios políticos.

Nunca me autodefiní ni etiqueté políticamente. Tengo mi punto de vista sobre muchas cuestiones, tal vez demasiadas, y por comparación con otras posturas me suelen ubicar mucho más a la derecha que a otras personas.

Este blog no está definido por alguna frase famosa de algún pensador, mi foto y mi nombre de usuario no es la de algún prócer o figura destacada del firmamento político, el nombre del blog no hace referencia ni a la libertad, ni al capitalismo ni a ninguna otra idea o concepto. El que postea, opina y elije los temas soy yo. Hay personas que me suelen mandar cosas para publicar, pero el que toma la decisión de hacerlo o no soy yo. Esto lo banco yo con mi tiempo y mi esfuerzo y mientras no aparezcan los cheques, la línea editorial es la mía. Muy probablemente ahora me acusen de "personalismo".

Al poco tiempo conocí a Rubén y a Guillermo, después a Isidro, quienes tuvieron la gentileza de poner a este blog en la lista de sus links. Imaginen la sorpresa que fue encontrar que no sólo había alguien más que pensaba más o menos como yo sino que además se animaba a decirlo públicamente. Pensé que en la Argentina 2004 estaba más sólo que Menem después de las últimas elecciones a presidente.

Después me enteré de que aparentemente había más gente de la que uno cree que piensa parecido. Se agregaron algunos links más.

Como no puede ser de otra manera, no se trata de coincidir en todo. Pero sí de un consenso mínimo, de compartir la misma idea de país, principalmente, y de mundo. Estoy seguro de que, por ejemplo, Rubén, Guillermo e Isidro se imaginan más o menos lo mismo que yo para la Argentina. Lo mismo aplica para otros autores de blogs vecinos. En lo personal, el parámetro que uso para determinar el grado de afinidad ideológica son los cuatro objetivos para Argentina que tengo linkeados en la columna derecha del blog. Si algún otro autor de un blog o un lector los comparte, quiere decir que somos lo suficientemente afines ideológicamente, aunque no coincidamos en muchas otras cosas.

La idea de este blog nunca fue el alto vuelo intelectual, académico o teórico. Se trata sólo de opinión y algunas noticias. Yo sigo opinando, creo que todo el mundo sabe lo que pienso de los temas que elijo tratar por acá.

Imaginen mi sorpresa cuando de pronto me vi envuelto en un profundísimo debate sobre mi afiliación ideológica. Creo que lo más sesudo que publiqué sobre el tema fue alguno de esos tests que andan dando vuelta por internet.

Resulta que ahora me entero de que en realidad soy lo que siempre supuse que era, un facho. Esto no hace más que confirmar lo que me viene diciendo tanta gente que me deja puteadas en los comentarios. Tal vez lo más interesante sea el motivo. Es llamativo. Soy un fascista porque defiendo el derecho a existir de Israel y porque considero que los judíos no son mejores ni peores, son personas como cualquier hijo de vecino. La verdad es que no pego una, algunos judíos me acusan de nazi por defender el derecho a existir del Estado de Israel. No me van a decir que no es extraordinario.

A mi no me joden, esto es un complot internacional contra este blog.