Sep 6, 2006
En un muy buen post, Diego "Extraño Mundo" se refiere a como son percibidas dos personas según la ideología a la que adscriben, más allá de la contribución objetiva que cada uno hace a la sociedad con sus acciones. No voy a repetir acá lo dicho por Diego, la versión original es inmejorable.
Esto de recibir ovaciones y admiración por lo que uno dice pensar más allá de lo que uno hace, es bastante común. Recordemos que John Lennon se imaginaba un mundo sin posesiones mientras concretaba la compra de una isla privada en Grecia con regalías derivadas de su actividad lucrativa, eh, digo...pacifista. Y pensar que este es el símbolo de la paz.
Me recuerda la historia de otros dos hombres: Paul Ehrlich y Norman Borlaug.
Paul Ehrlich en los 60s hacía buenas migas con todo progresista que generosamente prestaba sus oídos a las teorías apocalípticas de su creación: "hemos perdido la batalla contra el hambre y la culpa la tienen los países ricos"- qué mejor música para un seguidor del Che?- o la célebre "predicción (que) puede hacerse con total seguridad: los precios de los alimentos van a aumentar".
Unos años antes Norman Borlaug, un ignoto granjero de ascendencia noruega salido del corazón del imperio capitalista (Iowa), decidió dejar la granja familiar en busca de educación siguiendo así los consejos de su abuelo: "tenés que ser sabio y llenar tu cabeza ahora para asegurar que la panza va a estar llena después". Borlaug recorrió diversos círculos académicos antes de aterrizar en un programa piloto a cargo del Rockefeller Foundation en un paisaje inhóspito en Méjico en los 40 (esto luego de rechazar el doble de sueldo en su cómodo trabajo de investigación y dejando atrás temporariamente a su esposa embarazada y una hija de un año, anotá Lennon). En Méjico desarrolló su revolucionaria técnica en el campo de la agricultura que hoy conocemos como "The Green Revolution". Gracias a las innovaciones científicas y tecnológicas logradas por este gran precursor (en 1963, 95% de los cereales mejicanos derivaban de variedades desarrolladas por Borlaug) Méjico pasó de ser un país importador de cereales a uno exportador. El incremento en la producción desde la llegada de Borlaug rondaba el 600%. En los años sesenta, Bourlag llevó su técnica a países asiáticos, el resultado: la producción de trigo en Pakistán pasó de 4.5 millones de toneladas en 1965 a 21 millones el 2000. En la India, de 12 millones de toneladas en 1965 a 76.4 toneladas en el 2000. En 1970 Bourlag fue reconocido con el Nobel de la Paz por sus logros en la lucha contra el hambre en el mundo.
El lado cómico de esta historia (o deprimente, según la actitud que uno adopte) es que Paul Ehrlich es hoy venerado por defensores del medio ambiente mientras Norman Bourlag es objeto de críticas porque de la aplicación de su técnica basada en la manipulación genética deriva una menor diversidad de especies y la construcción de caminos en el tercer mundo, que atenta contra la vida silvestre, entre otras "indeseables" consecuencias.
Es, como dice este magistral artículo del Wall Street Journal, quizás una burla del destino que Paul Ehrlich sea hoy más conocido que Norman Borlaug. Está en nosotros revertir esta injusticia. A partir de hoy no como nada orgánico.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
Excedente nota Luis. Es así, Don Norman Borlaug, alguien que se ha dedicado con éxito a paliar el hambre en el mundo debe ser reconocido adecuadamente. Lamentablemente la ignorancia y la poca memoria pueden más.
ReplyDeleteJorge, es un post de Ramiro.
ReplyDeleteMuy bueno, Ramiro. Lamentablemente hay muchos ejemplos de ese tipo. Yo estoy convencido de que se trata de creencias cuasi religiosas y es muy complicado combatir cuestiones irracionales con hechos.
ReplyDelete¿Paul Erhlich tiene alguna relación con Norman Erlich?
ReplyDeleteOjo que el aporte de Don Norman al humor judío también debe ser recordado...
Perdon, perdon. El tema de loas australes y las identidades me tiene algo confundido.
ReplyDeleteExcedente nota Ramiro.
Saludos Santiagueños
Gracias Jorge. Fantásticas las fotos de los lapachos en tu blog.
ReplyDelete¡Norman Erlich, un maestro! Si me habré reído con él. ¿Alguien se acuerda de aquello de “según como se mire”?
ReplyDeleteGracias Ramiro. Adornos que nos regaló el troesma de arriba pa'el pago querido, vio.
ReplyDeleteVolviendo al tema de los Australes, ¿se fijo en el reclamo policial que hay por estos rumbos?, parece que le van a dar aumento...digo...¿y si le manda un spam con subliminal al del mapache en el mate?.
Más saludos.
Alles richtig so
ReplyDelete