Muy interesante artículo sobre cinco actitudes esenciales libertarias (visto en Sine Metu). Según el autor, se trata de lo siguiente:
Take full responsibility for one’s actions
Reject collective abstractions
Tolerate other beliefs and ways of life
See the human future with optimism
Aim at a constant improvement over the long term rather than immediate perfection
En el mundo real, en el de la aplicación práctica de las ideas, tal vez la más importante y potencialmente más peligrosa sea la última:
Aim at a constant improvement over the long term rather than immediate perfection
Creo que es la diferencia entre el progreso real y posible y el mundo de las fantasías utópicas, entre los “utopistas” y los “utópicos”. Como dice Mariano Grondona:
Los utopistas fabrican utopías. Pero hay una diferencia crucial entre los “utopistas” y aquellos a quienes podríamos llamar “utópicos”. Tanto el utopista como el utópico albergan utopías. Tanto el uno como el otro buscan liberarse de la realidad mediante un poderoso sueño de superación. La diferencia entre ellos es que, en tanto el utopista sueña con la teletopía, esto es, con una utopía que sabe lejana, poniendo su empeño en acercarse a ella trabajosamente a través de la estrecha puerta que hacia ella conduce, el utópico sueña en concretar ahora, ya, la inalcanzable utopía, olvidándose de la incomoda realidad que lo limita.
La actitud ante la utopía divide las aguas entre las sociedades que avanzan por el largo camino del desarrollo y aquellas otras que lo pierden de vista porque imaginaron soluciones instantáneas, entregándose de ahí en más a un cínico “realismo” o escapándose, en fin, por la diagonal del misticismo.
Este pequeño detalle fue el que nos entregó, entre otras cosas, las maravillas de colectivismo socialista en todas sus versiones.
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