Oct 15, 2006
La incógnita del escudo
Siguen las pálidas, ya ni el escudo sería original nuestro. Qué cosa, no pegamos una. Hablando en serio, interesante, no conocía esta historia:
En esas circunstancias, y siendo embajador en ese admirable país, recibí una carta en la cual un caballero interesado en nuestra historia me sometía a una consulta que no dejó de sorprenderme. Preguntaba cuándo y por qué motivo la República Argentina había adoptado oficialmente como escudo nacional el emblema del que se valían como laissez-passer los miembros de un club revolucionario francés para acceder a la Asamblea Legislativa entre 1790 y 1793. En apoyo de su petición acompañaba copia de una ilustración que figura en la obra La Revolución Francesa, de Michel Vovelle (Tomo 3° página 216). Asimismo quería saber si el diseño había sido obtenido por un argentino durante ese turbulento período o llevado por un jacobino que podría haber viajado para combatir por la independencia argentina.
La similitud con nuestro escudo - como podrá apreciarse por la reproducción que acompaña esta nota- era tan acentuada que no dejó de sorprenderme. Sobre todo teniendo en cuenta que esa credencial era utilizada dos décadas antes de que la Asamblea General Constituyente de 1813 resolviese adoptar el conocido blasón nacional. La curiosidad planteada en términos tan precisos estaba pues plenamente justificada. Como, por mi parte, no tenía ninguna explicación al respecto, tuve que contestarle a mi interlocutor que intentaría satisfacer su demanda consultando a alguien que tuviese cierta versación en la materia.
Entre nos, me hace gracia la admiración de Ortiz de Rozas por la “revolución francesa”. Pensar que fue el inicio de uno de los periodos más negros de la historia de Francia y su influencia fue nefasta en el resto del mundo.
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otra cosa:
ReplyDelete¿no se viene pudriendo todo con una terrible nala leche???
Si bien mis razones no son las tuyas (yo soy fundamentalista cristiano)da la impresion de que ningun esfuerzo alcanza
Anónimo, personalmente creo que si seguimos insistiendo en hacer las cosas mal, en seguir ensayando lo que siempre fracasó en todo el mundo, después no deberíamos sorprendernos por los resultados que obtenemos.
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