Chicken Run

Ustedes no saben cómo rompen los quinotos por acá con el tema de “lo natural”. Yo no tengo nada en contra de “lo natural”, pero, como ya me cansé de repetir, NO se puede usar como sinónimo de “bueno”. Después de todo, el veneno de la cobra de anteojos también es natural y te mueres bien muerto si te das un saque. No saben las peloteras que tuve, cómo se me ocurre decir esas cosas.

Conozco personas absolutamente dispuestas a pagan dos o tres veces más por productos “naturales” u “orgánicos” porque “la salud y el bienestar no tienen precio”.

Resulta que ahora, por un mensaje de Liberty KFC Bell, me vengo a enterar de que no estoy tan equivocado en mis apreciaciones tan poco políticamente correctas. Resulta que el pollo de gallinero vulgar y silvestre es considerablemente mejor, desde todo punto de vista, que el “orgánico”. Eso sí, es mucho menos fashion.

Permítanme que me defeque de hilaridad. Como decía mi viejo, siempre tan fino, por la moda, la gente es capaz de andar con un tereso en la cabeza:

ORGANIC chicken is less nutritious, contains more fat and tastes worse than free range or battery-farmed meat, scientists have discovered.

Tests on supermarket chicken breasts found organic varieties contained fewer omega-3 fatty acids and lower levels of antioxidants, giving the meat an inferior taste. Some were found to contain twice as much cholesterol.

The study, by food scientists at Strathclyde University, contradicts the common view that the premium paid for organic meat guarantees a healthier and tastier product.
Despite costing twice as much, the organic products scored lower in all the nutritional tests in the study, “It is safe to say that you are not getting any nutritional benefit from buying organic chicken,” said Alistair Paterson, co-author of the study, which is published in the International Journal of Food Sciences and Nutrition.

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