Dec 14, 2006
Ya que estamos con el tema de la caja de conversión, culpable de todos los males del país, volví a leer estos dos artículos:
Jorge Oviedo en La Nación sobre los 15 años de la convertibilidad
Carlos Rodríguez, La Destrucción de la Convertibilidad, de julio de 2002:
Mi buen amigo y compañero de estudios (en Chicago) Michael Mussa acaba de liberar a la sociedad argentina de su más grande preocupación: la búsqueda de un chivo expiatorio para la crisis actual. En su reciente obra: "Argentina and the Fund:From Triumph to Tragedy" el ex-funcionario del IMF expone una visión fiscalista de la crisis argentina según la cual la Convertibilidad fue ahogada por la fuerte expansión del gasto público, el déficit y la deuda pública durante la década del 90.
Concuerdo con Mussa en que el gasto público era alto, la evasión impositiva era alta, no había flexibilidad salarial, etc. Creo haber contribuido ampliamente al debate público de esos temas durante mis dos años en el gobierno en 1996-98. Todos estos temas eran de dominio público y objeto de estudio por parte de los analistas especializados. El gobierno de la Alianza no recibió ninguna sorpresa cuando asumió el gobierno el 10 de Diciembre de 1999.
La política económica seguida durante la década del 90 era simple y conocida por todos, tanto que se la llegó a llamar "piloto automático". Si esa política era mala, la economía debiera haber explotado mucho antes. Pero no lo hizo. Algo ocurrió el 10 de Diciembre que no estaba previsto ni anticipado por los mercados. Ese evento sorpresa es lo que destruyo a la Convertibilidad y sumió a la Argentina en la más profunda crisis de su historia.
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Todavía no entiendo una cosa, y es si el gobierno de Menem se endeudaba para mantener el dólar a 1 peso, o el dólar flotaba y tenía ese valor?
ReplyDeleteNi una ni la otra, Ivan. El gobierno de Menem se endeudo para mantener el gasto publico y evitar la inflacion. Cuando habia convertibilidad, un peso valia un dolar. Era lo mas parecido a la dolarizacion, es decir a que el dolar pasara a ser la moneda oficial de pais.
ReplyDeleteCuando se adopta la convertibilidad (o la dolarizacion), todo (precios, prestamos, costos, etc.) se "sincera" a la moneda contra la cual se compara (en este caso el dolar).
Si vos compras un litro de leche a 97 centavos, estas comprando un litro de leche a 97 centavos de dolar. Si ahorras mil pesos, estas ahorrando mil dolares. Si exportas 100 mil pesos estas exportando 100 mil dolares, si tenes que pagar los salarios de tus empleados, la materia prima, los gastos, etc. lo haces en pesos que equivalen a dolares.
Una de las bellezas de la convertibilidad es que Si sos competitivo, (es decir, si el costo de lo que producis es menor al valor que obtenes por su venta) te va a ir bien, y si no lo sos vas a la quiebra.
Una de las desgracias es que el estado es un competidor mas. Cobra impuestos y tarifas y vende, generalmente, servicios (gobierno, educacion, salud, etc.). Ahora bien, cuando hay convertibilidad las cosas estan mas "al desnudo". Si el estado es deficiente en cobrar impuestos, y prestar los servicios a los que esta comprometido. Agregale que si el gobierno paga sueldos innecesarios, ya sea a traves de mantener empleados que no necesita o incorporar empleados para paliar las crisis sociales (el gobierno de Menem duplico el numero de empleados publicos), entonces hay menos plata.
Que puede hacer el gobierno? Cobrar mas impuestos (lo cual no es muy popular), o emitir moneda. Como el peso esta atado al dolar, emitir causa inflacion inmediata. Para evitar esto, el gobierno "emite" creando deuda. Es decir, crea un bono a pagar cuando sea, y emite dinero por el mismo monto. Ahi esta la deuda que fue creando Menem, para mantener un estado ineficiente.
Iván, Yo vuelvo a insistir con lo que digo siempre. Durante los 90 hubo muchos problemas y muchas cosas se hicieron mal (algunas muy mal), pero estoy convencido de que muy probablemente haya sido nuestra última oportunidad como sociedad de sumarnos definitivamente al pelotón de países crucero, como Corea del Sur, Taiwán y los del este europeo. Para mí muy probablemente signifique el pináculo del desarrollo de nuestra historia contemporánea. No quiero ser negativo, pero creo que nunca más alcanzaremos el nivel de ingreso por habitante y la calidad de vida de 1998.
ReplyDeletePero, una vez más, decidimos que lo nuestro no es la normalidad y volvimos a las andadas. Si no es fácil, no sirve. Lo que más me sorprende es el grado de rechazo y odio negro que genera entre tanta gente que se dice de derecha o “liberal”. Es como dice Ávila, partimos de 10, teníamos 100 como objetivo y despotricamos a lo loco porque conseguimos 70. Muy triste.
Lo interesante es que las reformas de los ´90s no generaron ni por asomo las inversiones necesarias para absorber al ejército de zánganos que expulsaron las empresas del estado privatizadas.
ReplyDeleteY la razón para eso, en mi opinión, fue la inseguridad jurídica y las reformas que faltaron (laboral, impositiva y del estado). Nadie creía tampoco que se fueran a hacer.
Encima, el Mercosur no aportó la competencia que hacía falta para que sobrevivieran las empresas que fueran medianamente competitivas y se dedicaran los recursos e inversiones a las mismas. El mejor ejemplo es la automotriz. Ahora Brasil tiene la moneda revaluada y la Argentina con la "devaluación competitiva" no puede quedar mano a mano con la industria automotriz brasileña. ¡Ni con Brasil podemos competir!
Se "solucionó" todo con empleo en el estado, encima con sueldos en dólares.
Es cierto, los ´90s fueron nuestra última chance de parecernos más a España o Chile que a Zimbabwe o Bolivia. Se ha dilucidado ya a quiénes nos parecemos más, el monstruo en el espejo.
A Menem y la década del 90 le pagan todos, la mitad por lo que se hizo y la otra mitad por lo que se dejó de hacer. No podemos pretender que un gobierno haga todas las reformas que no se hicieron en 60 años de historia. O que haga todo bien.
ReplyDeletePero, como dices, muy probablemente se trató de nuestra última oportunidad.