Ahmadinejad, el presidente de Irán, se sigue paseando por la región. Antes fue una visita a su amigo y socio Chávez de Venezuela y después la asunción de mando de Correa en Ecuador. Según esta editorial de The New York Sun los viajes forman parte de una estrategia iraní para lograr proyección internacional.
Como de costumbre, varios países latinoamericanos, Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, y Nicaragua, quedan pegados a cuanto país rufián anda dando vuelta por ahí. El autor se pregunta qué harán el resto de los países de la región, como Argentina, que a pesar de la abrumadora evidencia en relación al atentado de la AMIA, todavía no declaro ilegal a Hezbollah.
Aunque parezca increíble, no aprendemos la lección (enviado por Gabriel, el Opinador Convulsivo):
The Iranian president's recent visit to Venezuela, the second in less than a year, his attendance at the inauguration of Ecuador's new leader last week, where he also met with his Bolivian counterpart, and a stopover in Nicaragua, all underscore Iran's increasingly close contact with Latin America.
When Iran's foreign policy is discussed, it usually involves the Middle East, but Iran's ambitions are, in fact, global. Latin America has become a focal point of Iran's interests, beginning with Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, and Nicaragua. With the exception of Cuba's ailing and unelected despot, the current leaders of these countries were elected on platforms that included heavy doses of anti-Americanism, music to Iran's ears.
Iran seeks a global alliance to counter what President Ahmadinejad calls the "hegemonic system," which translates into American domination of the international system. In these five Latin American countries, he's found some like-minded friends.
es un mundo de Chaberlains, qué le va a hacer usté
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