Jan 20, 2007

Lo glorioso de ser argentino



Esta publicidad de Quilmes de la época del mundial debería llevarse todos los premios. Desde el punto de vista técnico, está muy bien lograda. Pero el libreto...

Ay el libreto... Qué argentino!

"Maldita la impotencia y la injusticia que vivimos" (todos contra nosotros) "el sentirnos los mejores por un rato" (un pañuelo por favor) "malditos los sorteos y los grupos de la muerte" (porque no sólo el resto del mundo está en contra nuestra, la fortuna y el destino nos tienen permanentemente en la mira), "los controles sin azar que signaron nuestra suerte" (aludiendo a la suspensión del gordo en USA, y acá me detengo un rato)

Lo repito? Bueno.

"Los controles sin azar que signaron nuestra suerte".

El hecho de que sigamos creyendo que la salida de Maradona de ese mundial fue parte de una conspiración (y me atrevo a decir que el 90% de los argentinos huele algo raro en este episodio) cuando los hechos están tan claros y a la vista de todos (Maradona tomó un medicamento que contenía efedrina, una sustancia prohibida que jamás habría llegado a sus manos de no haber sido por el trato de semi-dios que hacía que Maradona no esté sujeto a la normativa que regía para el resto del plantel), me hace pensar: en cualquier sociedad normal, qué hace un deportista que se manda semejante macana? Una vez que se recupera del golpe y la verguenza sale a pedir disculpas, verdad? Maradona -en cambio- dijo que le cortaron las piernas. Y así la compramos todos. El gordo que por tener una farmacia particular en su bolso arruinó la ilusión de un país que encuentra en el fútbol la única esperanza de gloria y alegría, no sólo no es condenado, es más querido que nunca.

Cómo se explica la popularidad y el cariño de un pueblo hacia un sujeto que, mientras cree que tiene pelotas porque sabe manosearse los genitales frente a una cámara, se jacta de los goles con trampa, negó la paternidad de un hijo hasta que no pudo negarla más (gracias ADN), o se esfuma de la escena luego de atropellar a una pareja con su auto?

Se explica así: Somos una sociedad enferma.

3 comments:

  1. En su momento, cuando la vi, pensé exactamente lo mismo. Somos un país Maradona, creo que no hay nada que hacerle. El año pasado un amigo me comentaba que al jugador de tenis argentino también le “habían inventado lo de las drogas” para dejarlo afuera y “perjudicar al país como desquite por el default”.

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  2. Pero mi publicidad mundialera de Quilmes favorita sigue siendo esta.

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  3. Pareciera ser que varios al nacer fueron inyectados duramente con nacionalismo conspirativo.

    Y qué esperan, si el mismo presidente busca conspiraciones...

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