Para los que querían otro ejemplo de pensamiento mágico, acá va.
En los años 90, el sistema comunista de Corea del Norte produjo la muerte por hambre de varios millones de personas*. Fue el resultado directo del sistema de planificación centralizada de la economía y el colectivismo en la producción agrícola ganadera. A pesar de los miles de millones de dólares en alimentos que reciben cada año de países como Corea del Sur, EEUU y Japón, los problemas de desnutrición siguen siendo muy graves.
¿Cuál es la solución al problema? ¿Dejar de lado directamente o por lo menos reformar el sistema económico estalinista, me dicen? No, para nada. La solución pasa por importar conejos gigantes de Alemania.
No es un chiste.
Por qué será que a todos estos sátrapas de cuarta se les da por estas cuestiones estrambóticas, como la “minivaca” y tantos otros disparates con los que Fidel Castro iba a solucionar de un plumazo los problemas de bajísima productividad de la economía cubana.
* Nota para la esposa de Kirchner: este tipo de cuestiones merecen mucho más el calificativo de “genocidio” que las víctimas de la represión ilegal en Argentina.
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