Feb 26, 2007
Primero Malthus, después el Club de Roma, (¿y el “invierno nuclear”?) y ahora el cambio climático:
El segundo movimiento lo inició el Club de Roma. ¿Se acuerdan?: las materias primas se iban a agotar antes de final del siglo XX; la Humanidad se enfriaría por falta de combustible; el crecimiento económico terminaría… Había que adelantarse aplicando políticas de crecimiento cero. El Club de Roma hizo gala de un catastrofismo extremo que, aunque pueda parecer hoy ridículo, provocó un enorme ruido mediático en la década de los setenta y fue premonitorio del tercer movimiento, que le siguió casi sin solución de continuidad: el movimiento del cambio climático. Como sus antecesores, este último es un movimiento catastrofista que comparte con el movimiento del crecimiento cero una naturaleza neo-maltusiana: el planeta Tierra no puede sostener a la Humanidad con su estilo de vida actual. El remedio propuesto no puede ser más maltusiano: continencia (sexual en el caso de Malthus, de emisión en el IPCC) voluntaria o forzosa. La alternativa implícita -el programa máximo nunca explicitado, para no asustar-parece ser un estilo de vida tipo Amish para una población planetaria que no supere los mil millones de personas.
Voy a resumir los postulados del IPCC en cuatro proposiciones estilizadas y sin matices:
1. La Tierra se está calentando y continuará calentándose;
2. Ello se debe a las emisiones de CO2 producidas por el hombre;
3. Las consecuencias pueden ser catastróficas;
4. La única solución posible es la reducción drástica de las emisiones para que la Tierra retorne a su equilibrio natural. Yo tengo muchas dudas sobre 1 y estoy casi convencido de que 2 es falso porque está basado en relaciones que probablemente son espurias.
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