Un ponderable del sistema legal americano, the junk lawsuit, no conoce límites. Ahora le toca el turno a otra industria que produce un producto sumamente dañino y peligroso: la automotriz.
Dos problemas enormes, el activismo judicial, del que se viene ocupando hace rato Thomas Sowell, y la aparentemente ilimitada capacidad creativa de la “patria litigante” en EEUU. Espero honestamente que no pase de alguna corte local trasnochada.
Dos problemas enormes, el activismo judicial, del que se viene ocupando hace rato Thomas Sowell, y la aparentemente ilimitada capacidad creativa de la “patria litigante” en EEUU. Espero honestamente que no pase de alguna corte local trasnochada.
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