Alfonsín es el típico político mezquino y rosquero capaz de hundir a su partido y al país con tal de no ceder la manija a otro. Pacto de Olivos, pacto con Duhalde, etc. Un verdadero asco de tipo.
Es así Carlos. Siempre digo que el famoso lema histórico del radicalismo, “que se rompa pero que no se doble”, los pinta de cuerpo entero y en gran medida explica los fracasos propios y los que le causaron al país. Estoy convencido de que una de las mayores virtudes en un sistema político y de sus actores debe ser la capacidad de “compromise”, como se dice en inglés. Se debe doblar pero nunca romper.
Alfonsín es el típico político mezquino y rosquero capaz de hundir a su partido y al país con tal de no ceder la manija a otro. Pacto de Olivos, pacto con Duhalde, etc. Un verdadero asco de tipo.
ReplyDeleteEs así Carlos. Siempre digo que el famoso lema histórico del radicalismo, “que se rompa pero que no se doble”, los pinta de cuerpo entero y en gran medida explica los fracasos propios y los que le causaron al país. Estoy convencido de que una de las mayores virtudes en un sistema político y de sus actores debe ser la capacidad de “compromise”, como se dice en inglés. Se debe doblar pero nunca romper.
ReplyDeleteSiempre adelante!
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