Apr 29, 2007

Moneda

A partir del golpe conservador contra De la Rúa de fines de 2001 se vienen destruyendo todas y cada una de las reformas que se llevaron a cabo en los años anteriores con el objetivo de modernizar al país y de reinsertarlo en el mundo.

Esta gente sabía perfectamente que el primer paso debía ser la destrucción de la moneda y la vuelta de la discrecionalidad. Es una lección que no escapa a ninguno de los populistas que volvieron a la región. No es casual la desesperación de Correa en Ecuador por terminar con la dolarización.

Ahora vuelven a avanzar sobre el Banco Central. La idea es formalizar el manejo político que existe de hecho de la máxima autoridad monetaria. En la actualidad, el BCRA es poco más que una dependencia del ministerio de economía.

Comparto lo que dice Cortés Conde en La Nación de hoy:

La mayor contribución que el Banco Central puede hacer al desarrollo del país es cumplir el objetivo de mantener el valor de la moneda, debiendo preservar su independencia de eventuales presiones del gobierno para obtener fondos.

Un país sin moneda es presa fácil del populismo y del socialismo nacionalista. Volver a ser un país normal implica necesariamente volver a tener una moneda. Y, en el caso de Argentina, ya no nos quedan demasiadas opciones.

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