No sé si alguien se acuerda de que hace unas semanas publiqué un comentario sobre una columna de Carlos Escudé en La Nación. Por lo general suelo estar de acuerdo con lo que dice este autor, a quien considero de los analistas más lúcidos del país. Pero honestamente no comparto lo que dice en esta oportunidad.
Aparentemente Escudé lee el blog porque dejó un comentario muy interesante explicando su columna. Vale la pena leerlo, no dejen de hacerlo si tienen un minuto. Me encantaría decir que lo suyo fue responder a mi crítica, pero no creo que mi nivel de para tanto. El autor lo deja claro de entrada al calificar de “patética” la interpretación de su artículo. Como soy un cholulo, tomo como un cumplido que alguien del nivel de Escudé se tome el trabajo de calificarme, auque sea de “patético”.
Creo que Escudé se contradice. Primero sostiene que nunca habló de respeto, pero cierra su columna de La Nación con la siguiente frase:
De allí mi respeto por sus dirigentes. Me saco el sombrero.
Y, para rematar, en su comentario afirma “respetar” al Che Guevara por “su coherencia”.
Yo sigo creyendo que me parece muy peligroso sostener que todas las ideas son dignas de respeto. Creo que no hace falta explicar que hay ideas e ideas. La consistencia entre lo que pensamos y hacemos es una virtud dependiendo de las ideas. Tal vez sea demasiado conservador, pero me parece que no da lo mismo ser coherente con el ideario de la libertad y la democracia que con un régimen que busca activamente la exterminación del pueblo judío como primer paso al sometimiento de todos los que no comparten su fe religiosa.
Es un tema muy complicado. Si un personaje como el Che Guevara o un régimen como el de los mullahs de Irán es digno de respeto porque nunca traicionó sus ideales, alguien menos políticamente correcto podría argumentar que también lo son, por ejemplo, Augusto Pinochet o Adolf Hitler. Después de todo, el ex presidente de Chile y el ex canciller alemán se cansaron de demostrar su coherencia entre sus ideas y sus acciones.
La gran pregunta que me hago es por qué Escudé ahora dice estas cosas. La sensación que me queda es que, como a tantos otros intelectuales en todo el mundo, lamentablemente lograron amedrentarlo. O por lo menos ahora tiene más dolorosamente claro que salirse de la corrección política tiene costos. Me refiero a los penosos episodios de Tucumán.
En fin, mejor háganle caso a Escudé que es un experto.
Creo que Escudé, paradójicamente, acierta y se equivoca a la vez con su columna.
ReplyDeleteRespetando la coherencia del Che Guevara yo lo hubiera ejecutado con un tiro en la nuca.
Recuerdo que cuando un amigo quería destacar que alguien era un reaccionario recalcitrante, solía decir "está a la derecha del ayatollah".
No creo que la izquierda, al menos la que ha logrado gobernar en lugares como china, corea del norte, rusia o cuba con el formato de "estado policial", menoscabe el valor de seguridad.
Sí aquí en Argentina, donde para nuestra izquierda todo lo que sea uniforme es el diablo, y todo lo que sea riqueza es delito. Excepto cuando se trata de la propia.
No creo que todo el mundo conozca a Escudé, por eso sería interesante que no se dieran por sentadas sus convicciones sobre el régimen iraní o el Che Guevara, especialmente cuando se presentan ideas aislando dimensiones.
Que un lector como Luis, a quien considereo inteligente, destaque esta discriminación, o falta de ella, como cierto propagandismo iranguevariano, es la lógica reacción de quien escribe en un medio ideológico como es su blog, frente a un artículo escrito por un respetadísimo intelectual en un medio políticamente correcto como es La Nación.
Por lo demás el artículo es brillante y en cuanto al respeto por sus dirigentes, deduzco que no es sólo por los ayatollahs sini también por los conservadores británicos, los liberales alemanes, los socialistas chilenos, los gaullistas franceses en cuanto a sus respectivas coherencias ideológicas.
No fue Escudé quien hace un tiempo hablaba sobre usar el poder nuclear sobre Irán, o yo estoy soñanado?
ReplyDeleteEstoy emocionado. que nivel! Entre nosotros: Escude has a point. Un point que no nos gusta. No hay nada que hacerle, es un tipo para leerlo, y releerlo.
ReplyDeleteHay que entender tambien los que dice Guille Sine Metu, (y veo que en el post de mas arriba, Luis). En un pais como Argentina, en donde la moral civica no vale un carajo y el estudiante universitario tiene un vocabulario promedio de 500 palabras, lo que dice Carlos Escude puede usarse para beneficio de cualquier sector ya que, para quienes quieren usar sus ideas, estas poco importan, sino que lo importante es la percepcion que se tenga de ellas y la manera en que se manipula esta percepcion.
Nosotros, Don Carlos, somos mas un sargento en la trinchera que un general mirando desde el mangrullo. Vale?
en realidad es "como dice Sine Metu en el comentario del post original y Luis en este"...se igual.
ReplyDeleteLa pregunta que queda flotando es:
ReplyDelete¿Cómo se combate a grupos mafiosos con forma de partidos políticos?
¿Con ideas?
¿Con debate de alto nivel académico?
Ese es mi punto. Carlos Escude puede tener razon en su planteo, pero cuando te enfrentas a la turba enceguecida, o a un intelectualoide argento con 500 palabras en su vocabulario...hay que desenfundar.
ReplyDeleteEs por eso que yo siempre digo: may God bless the rednecks, the Jesus freaks, and the 2nd Amendment porque en ellos se refugia la Libertad.
Es complicado este último tema planteado por Guille.
ReplyDeleteMi visión es muy pesimista, ya que no veo posible algún tipo de discusión en la sociedad sobre los temas importantes para desbancar este gobierno de mafiosos. En primer lugar porque el gobierno de por sí destruye los medios contrarios a su visión con la pauta oficial, y además la gente está sumida en una total estupidez donde el gol de Messi y cualquier pavada dicha en GH o bailando por nada, es cuestión de Estado.
El propio Estado nos sume en la ignorancia, la mayoría digo, y la gente le hace la pata autosumiéndose en ella.
Por ahora no veo otra forma de "luchar" que con los blogs, tratando de que personas aisladas vayan viendo otro modo de visión valga la redundancia. Porque el sistema está tan manchado que un partido político es impensable sin tener que cagar o corromper a miles y miles...
Perdón, vamos a ver si entiendo bien. Tener una idea o una ideología y ser fiel a ella es respetable, independientemente de su estatura moral. Hace unos días Brian Ferry, el ex cantante de Roxy Music (¿se acuerdan?), durante una entrevista a un diario alemán sostuvo que le encantaba la estética nazi, con los desfiles, pósters, uniformes, los edificios de Albert Speer, las películas de propaganda, las banderas, etc. y, con toda razón, casi lo matan. Tuvo que salir a pedir disculpas a las pocas horas.
ReplyDeleteLos nazis siempre fueron extremadamente fieles a sus principios. Tanto o más que el Che Guevara o los mullahs iraníes. ¿Por qué pedir disculpas? ¿No es acaso admirable?
Honestamente me sorprende. Los políticos argentinos en general dejan mucho que desear pero, hasta ahora, no nos embarcaron en una carrera nuclear amenazando con la exterminación de algún vecino. ¿Sinceramente creemos que los dirigentes del régimen iraní son menos corruptos que los de Argentina? ¿Y si realmente lo fueran, eso alcanza para lavar todo lo demás?
La "coherencia" no es un valor en sí mismo. Los principales tiranos de la historia han sido coherentes entre lo que piensan y lo que hacen (desde Robespierre, pasando por Lenin, Hitler, Stalin, Mao, Pol Pot, el Ayatollah Khomeini). El problema, es que pensaron monstruosidades.
ReplyDeleteJulio interpreta bien lo que dice Escude: la diferencia entre los que tienen coherencia y los que no.
ReplyDeleteEl problema se divide en dos partes, una es la apuntada por Luis y el mismo Julio: hay "coherencias" que matan;
y la otra es la que creo que planteamos Guille y yo: el pensamiento de Escude, por mas acertado que sea, en un pueblo sin valores civicos, puede transformarse en una apologia de aquellas "coherencias que matan". No porque dicho pensamiento avale dichas "coherencias", sino proque dicho pensamiento es "interpretado" por pseudointelectuales que no estan capacitados para interpretar nada.
Cambiando de tema, vieron el gol de Messi?
Primero, perdón por lo de “patético”.
ReplyDeleteSegundo, Luis dice: “Creo que Escudé se contradice. Primero sostiene que nunca habló de respeto, pero cierra su columna de La Nación con la siguiente frase: De allí mi respeto por sus dirigentes. Me saco el sombrero.”
No me contradigo. Lean bien mi texto. Respeto a los dirigentes de las organizaciones populares argentinas, porque representan a los indigentes, que son las víctimas absolutas de una regresión nacional producida por las corrupciones acumuladas de todos los gobiernos, desde por lo menos el “rodrigazo” de 1975. Este razonamiento se entronca con mi libro “Festival de Licuaciones: Causas y Consecuencias de la pobreza en la Argentina (Lumière, 2006).
Tercero: La coherencia es una virtud. Eso no hace automáticamente respetable a quien la porta. No obstante, es una dimensión respetable del carácter. Una persona puede parecerme poco respetable, pero no obstante puedo reconocer que posee una o más virtudes. Y una persona muy respetable puede carecer de algunas virtudes importantes. El Che fue un asesino, sí. Pero fue coherente y negarlo sería ser incoherente. Además, no fue cobarde: siempre se jugó la vida y murió en su ley. Eso no quiere decir que uno lo elegiría para padrino de sus hijos. ¡Es más respetable que un asesino cobarde e incoherente!
Cuarto, Luis dice: “La gran pregunta que me hago es por qué Escudé ahora dice estas cosas.”
Las digo porque las creo. Siempre las dije. En realidad, esta nota estuvo inspirada en una previa, muy anterior a los “penosos episodios de Tucumán”, que publiqué justamente en La Gaceta Literaria (Tucumán) y que se tituló “Izquierda, Derecha y el Valor Verdad”. Está en Internet. URL:
http://www.geocities.com/smasana/0050.htm
Luis dice: “La sensación que me queda es que, como a tantos otros intelectuales en todo el mundo, lamentablemente lograron amedrentarlo. O por lo menos ahora tiene más dolorosamente claro que salirse de la corrección política tiene costos. Me refiero a los penosos episodios de Tucumán.”
Nonsense!!
Vean lo que publiqué hace pocos días en Safe Democracy (“Como decapitar el proyecto nuclear iraní”), URL http://spanish.safe-democracy.org/2007/04/10/como-decapitar-el-proyecto-nuclear-irani . No he cambiado de opinión ni tampoco de discurso. Pero mi pensamiento no es unidimensional.
Quinto. Sine Metu dice: “No creo que la izquierda, al menos la que ha logrado gobernar en lugares como china, corea del norte, rusia o cuba con el formato de "estado policial", menoscabe el valor de seguridad.”
¿Y quién dijo que Stalin era de izquierda? Stalin defendía el statu quo: eso lo hace conservador, por definición. Conservaba el orden que heredó de Lenín.
Saludos,
Carlos Escudé
Carlos, Te lo digo en serio, me alegro de verdad que no te hayas dejado amedrentar por estos miserables de Tucumán. Varias veces colgué artículos tuyos en La Nación y otros medios y siempre pensé que eras de los pocos que las tenían bien puestas como para decir las cosas sin pelos en la lengua. No me olvido de una de tus participaciones junto al supuesto “embajador” palestino en Buenos Aires hace unos años en televisión.
ReplyDeleteTal vez por eso me llamó más la atención leer lo que dices en esta última columna.
Perdón, pero seguiré insistiendo. La coherencia, en el campo del razonamiento lógico, no sólo es una virtud, sino una necesidad, mas la coherencia en el mal es peor que la incoherencia. Schindler era incoherente, es decir humano: a la vez empresario corrupto y persona con sentimientos morales, capaz de salvar de la cámara de gas a los pobres judíos que estaban destinados a ser su mano de obra esclava y morir de inanición o por efecto del gas Ziklon.
ReplyDeleteAl parecer, la posición de Carlos Escudé sería al estilo Almafuerte (Molto piu avanti): "procede como Dios, que nunca llora, o como Lucifer, que nunca reza". Y, perdón por ser tan políticamente incorrecto, aún para mis amigos liberales, Dios y Lucifer no son iguales.
Por eso, prefiero la incoherencia del que no es por completo malo, aunque no sea bueno del todo; del que no está cegado por la ideología o por el odio; inclusive la del corrupto -corrupción que supone un grado de humanidad- a la incorruptibilidad de un Robespierre. Por supuesto, que lo ideal sería que se sumen la coherencia lógica y ética, más las ideas certeras. Pero coherentes como el Che Guevara, o como los atacantes de las Twin Towers, o muchos otros asesinos destacados por su valor físico y la rigidez inconmovible de sus ideas, no merecen ni siquiera el mínimo homenaje de un respeto que no es recíproco. Mucha sangre han costado y seguirán costando a la humanidad.
Formulada esta aclaración, es evidente que una civilización no puede subsistir, si no tiene convicciones; si no tiene, para emplear las palabras de Fukuyama ("La gran ruptura"), una idea del bien y del mal. Las dos proposiciones anteriores no son contradictorias: se puede ser incoherente entre el pensamiento y los ideales, y las acciones concretas. Esas debilidades son connaturales a la humanidad. Pero no se puede abrazar a la contradicción misma, a la falta de convicciones, al relativismo ético, histórico, sociológico y gnoseológico como virtudes. Y es preocupante pensar lo que nos deparará el futuro, frente al cuadro de un Occidente -especialmente Europa- relativista y acobardado, carente de la convicción en sus propios valores y la decisión que supo tener, por ejemplo, Churchill (hoy sería considerado un asesino por ordenar el bombardeo de poblaciones civiles), frente a fanáticos decididos a todo, inclusive a sacrificar sus vidas, coherentes en su odio a todos nosotros (cristianos, judíos o agnósticos).
Creo que hay que hacer una diferenciacion entre “respeto” y “divergencia”.
ReplyDeleteYo puedo respetar a alguien por el sencillo hecho de ser coherente con lo que piensa, pero eso no quiere decir que este de acuerdo o no con esa persona o entidad. Lo unico es que a veces, como dijeron aca, hay coherencias que matan, entonces no se si los quiero respetar
En fin, es un debate muy academico para mi.
Vamos a lo practico.
No me quedan dudas de la postura de Escude con respecto a Iran, Israel y el Islamofascismo. Entonces, lo respeto . (no pun intended )
Aca mando un link que vale la pena ver.
http://elrejunteil.wordpress.com/?s=escud%C3%A9
Shalom Carlos !
Qué honor el nivel de los comentaristas. Y no me refiero solamente al señor Escudé, por el cual siento una profunda admiración.
ReplyDeleteEsta vez -raras veces me ocurre- estoy en desacuerdo con su posición. Si bien comparto parte de la premisa, que a veces es mejor tener convicciones erradas a carecer por completo de ellas, llevada al absoluto roza lo descabellado (los ejemplos de Louis y Julio son ilustrativos; además, lo opuesto es igualmente cierto en otros casos: personalmente, la prefiero toda la vida a Hillary Clinton de presidente, cuyas convicciones más arraigadas son "cualesquiera sean lo que dicen las encuestas" a un Al Gore que está convencido que tenemos la obligación moral de bajar nuestros niveles de productividad para bien del planeta) Me parecen desafortunados los ejemplos. Hay otras formas, sin tener que a sacarse el sombrero a regímenes totalitarios y opresores del tipo iraní(*) o admirar la coherencia en la personalidad de un asesino egocéntrico deleznable de la talla del Che Guevara, para ilustrar la idea de lo pernicioso que es la falta de ideas y programas coherentes en la política argentina.
(*) Y de dónde sale esa impresión de que los ayatolaes "son menos corruptos que los políticos argentinos"? La afirmación no creo tenga mucho sustento.
Acabo de poner mis dos centavos sobre el tema en BlogBis, y es precisamente sobre lo de "patético". Sobre el tema de fondo quiero explayarme con tiempo.
ReplyDelete“y, con toda razón, casi lo matan”…
ReplyDeleteNo estoy de acuerdo, Luis. No leí lo de Bryan Ferry, pero si dijo eso no veo cuál es el problema. Estamos hablando de estética en ese caso, no de ideología ni moral.
Diré esto y no importa que alguien “me mate”: Los documentales de Leni Riefenstahl en Sudán, los planos perfectos de las Olimpíadas de Berlín de 1936, y la filmación del Congreso Nazi de 1934, son estéticamente bellísimos. Puedo suponer o inferir lo que sea sobre Riefenstahl: nazi, oportunista o canalla. Pero son innegables su talento artístico y su oficio… por los cuales debe haber cobrado varios billetes bien merecidos. Y también es innegable que el fin no siempre justifica los medios, sobre todo si recuerdo cierta fotografía poco edificante de una montaña de cadáveres en el Campo Buchenwald, en 1945.
Con respecto a lo de Irán y el Che Guevara estoy de acuerdo y cierro con un breve comentario sobre el tal Escudé.
Cuando alguien para sustentar su opinión (así se trate de filosofía, política o fútbol), lanza por delante sus diplomas de no sé qué cuernos, a mí me vienen unas ganas bárbaras de faltarle el respeto.
Porque decir que un asesino “coherente” es más “respetable” que un asesino “cobarde e incoherente”, y al mismo tiempo “que no lo elegiría para padrino de sus hijos”, me parece una soberana… incoherencia. Es una especie de “sí, pero no”, “te quiero, y no te quiero”… Es como quien dice “respetar a los negros y homosexuales”, pero… “a kilómetros de distancia”.
Sería serio, si él también fuera un asesino. Ahí lo entendería. Pero si no lo es, lo de Escudé es pura palabrería.
Al fin y al cabo, ¿qué es el “respeto” sino admiración o consideración por el otro? Y ahí entramos a valorar cosas fundamentales desde un punto de vista moral (no estético). No veo dónde hay alguna de esas cosas en un personaje siniestro como Guevara (Que le gustara cómo se vestía, por ejemplo, sería sólo una valoración estética).
Admirar a un asesino, sin serlo, termina siendo un gesto de cobardía (Muchos de sus fans, camiseteros o no, lo son). Pero, para un tipo como yo, ni la cobardía ni la incoherencia son “pecados capitales”.
Lo grave, es ser asesino o cómplice de un asesino. En ese caso, la “incoherencia” o la “cobardía” son detalles sin importancia. Da igual. Son sólo disquisiciones de salón. ¿O acaso Escudé sentiría “respeto” por algún “valiente y coherente” individuo que atentara contra sus seres queridos? C’mon…!
En síntesis: Hay “coherencias” y “valentías” que son indignas de mi respeto. Y Escudé quizá “respete” tanto a Guevara como Galeano (un acérrimo apologista y justificador de todos sus asesinatos).
Lo molesto de todo esto, es que manifestar “respeto” por un mercenario como Guevara es cool, queda requetebién; sin embargo, no es nada cool “respetar” a mercenarios como Stefano delle Chiae, Vincenzo Vinciguerra, Jean Pierre Cherid, o Michael Townley. Apuesto a que el doctor no escribe un articulito manifestando su “respeto” por esos personajes… A que no!
That’s all.