May 21, 2007

Nos encanta

Una muestra más del extraordinario proceso de pauperización del país. Volvemos a viajar en colectivo. Durante los malditos 90, la década del horror, se comenzó a dar un incipiente proceso de primermundización. Lo indicaban todas las cifras de consumo.

En materia de transporte de pasajeros de larga distancia, se empezó a cerrar la brecha entre los pasajes más caros de colectivos larga distancia y la de los pasajes más baratos en avión, en empresas como LAPA o Dinar. El resultado fue que decenas de miles de personas que jamás habían ni siquiera soñado en desplazarse por el país en avión tuvieron acceso a ese medio de transporte.

Fue el resultado directo del cambio de modelo del país. Por primera vez en generaciones dejamos de ser usuarios para convertirnos en clientes, dejamos de ser clientes políticos para pasar a ser clientes de verdad. Para el horror de mucha gente, pasamos de proletarios a propietarios.

Durante los 80, para viajar en avión era necesario tener algún amigo o pariente en un partido político para poder comprar ilegalmente alguno de los pasajes aéreos de favor que recibían del estado. Durante los 90, no teníamos más que comprarlos, financiados en cuotas en el peor de los casos.

La explosión en la actividad aerocomercial en esa época hizo que se hagan proyecciones de crecimiento del volumen de pasajeros que hacían rentables muchos de los destinos del país. Por supuesto, después de la devaluación de enero de 2002, estos cálculos, como tantos otros, quedaron totalmente desvirtuados.

Creo que no hace falta explicar extensivamente que de ninguna manera da lo mismo un país con un ingreso por habitante de 8500 dólares que uno de 4000. Como tampoco da lo mismo ser pobre en un país de 8500 que en uno de 4000.

La Argentina eligió ser un país pobre. Hemos decidido que lo nuestro es el tercer mundo, el atraso y la miseria. Estamos convencidos de que el desarrollo pasa por tener cada vez menores ingresos o, alternativamente, que la pobreza dignifica. Hasta hace poco pensaba que en algún momento íbamos a tener que decidir entre Venezuela y Chile o entre Cuba y Nueva Zelanda. A esta altura del partido me temo que la decisión ya la hemos tomado hace rato.

2 comments:

  1. Se que es tarde para contestar esto (acabo de leer de casualidad el post) pero esa prosperidad supuesta de los 90 fue hecha a pura deuda con el exterior; fue un espejismo absoluto

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  2. Te recomiendo que revises las cifras de inversión.

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