Juan Carlos de Pablo se pregunta de qué crecimiento seguimos hablando en Argentina. Los medios siguen repitiendo como loros el reciclado de datos vencidos que les proporcionan desde el gobierno.
Insisto, puedo entender que logren engatusar a algún taxista o a mi tía Pilar, que no son expertos en temas económicos, pero es honestamente desconcertante que algunos analistas económicos supuestamente profesionales sigan comprando este bofe:
Vengo explicando en Fortuna que la interpretación profesional de lo que está ocurriendo con el PBI de Argentina a partir de 1998, es que luego de una fortísima caída se produjo una significativa reactivación, la cual en algún momento tiene que llegar a su fin. Por consiguiente hay que prestarle particular atención al último dato, sobre todo cuando no se trata de un instante o una semana, sino de un trimestre.
El análisis relevante de lo que el otro día dijo el INDEC es que el PBI total definitivamente dejó de crecer "a tasas chinas".
El problema lo tiene el Gobierno y quienes quieren quedar bien con él, que ignoran la caída del PBI entre 1998 y 2002, e interpretan la recuperación posterior porque "llegaron los que saben, el Consenso de Washington fue reemplazado por el Consenso de Buenos Aires", etc. Para ellos, no para cualquier profesional o para mí, cualquier cosa menos 8% de crecimiento anual constituye un fracaso.
Bueno, la realidad es que el producto manufacturero hace un semestre que no crece, el de los insumos de la construcción casi un año, y ahora resulta que el crecimiento se sostiene por el aporte del turismo y los servicios financieros (¿sabrán esto quienes siguen hablando de "nuevo modelo de país"?).
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