Elecciones

Las elecciones a intendente en Buenos Aires:

En las próximas semanas, habrá muchas referencias al pasado. Kirchner y los suyos, Filmus e Ibarra, pedirán el voto a los porteños recomendándoles no volver al “nefasto pasado de los 90” creyendo con cierta inocencia que puede convenirles nacionalizar la campaña y hacer reflexionar, no sólo a los porteños sino a los argentinos, acerca de cual es el nefasto pasado en realidad. Otra vez con inflación creciente, con servicios públicos que deben volver a ser estatizados porque las empresas privadas no invierten a raíz de la violación de sus contratos por la pesificación duhaldista, con desorden gremial por la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y con una criminalidad aumentada en el espacio público por renuncia del gobierno a promover las fuerzas armadas y de seguridad, este presente es ciertamente el opuesto del pasado de los 90 y muy parecido a los 80, casi igual, sino fuera que Kirchner es aún menos inteligente que Alfonsín. El adjetivo nefasto, si de pasado se trata, podría tener para los porteños una mejor década dónde ubicarse, sólo empardada por los años duhaldistas de Diciembre del 2001 al 2003. La reflexión histórica está casi completa para los porteños, que aún deben contagiar a los argentinos, ya que el Presidente los llama a evaluar el pasado.

Del boletín de Gustavo Ibáñez Padilla:

Error masivo: Una sociedad puede calificarse de madura cuando es capaz de reconocer sus errores, puede aprender de ellos y se esfuerza por superarlos. El domingo pasado la ciudadanía de la capital federal votó para elegir su nuevo Jefe de Gobierno. Sin embargo, parece que la gran mayoría -más del 45%- se equivocó. Los habitantes de la ciudad más grande del país no hemos sido capaces de aprender las lecciones que el gobierno nacional nos ha impartido en estos cuatro años. Todos los males argentinos son responsabilidad de un oscuro grupúsculo de personajes de la década del noventa y todos los bienes son responsabilidad de unos pocos líderes patagónicos. Arranquemos la venda de nuestros ojos que nos impide ver la realidad, hagamos caso omiso de los baches y pozos, de los piquetes y manifestaciones, de los afiches y graffitis, de la basura y la mugre, de los desfalcos y negociados, de la publicidad oficial devenida en propaganda… Olvidemos nuestros pequeños problemas ciudadanos y formemos parte de la Nueva Gesta Nacional, del Nuevo Modelo, del Cuarto Orden, del Quinto Movimiento Histórico, del Nuevo Cabildo Abierto, de la Cuarta Posición, de la Nueva Transversalidad, del Nuevo País Igualitario, de la Nueva Economía Nacional, de la Nueva Política y de todas estas Nuevas Ideas que han venido a revolucionar nuestra Nación con una enorme oportunidad de novedades y cambios. Basta de ideas concretas, ingresemos de una vez por todas en el Nuevo Relativismo Político Social Argentino que propone el Nuevo Modelo de Inclusión Social con Transversalidad Práctica y Ambigüedad Teórica. Reconozcamos nuestro error como sociedad y Votemos por esta sangre nueva que nunca se enriqueció en las épocas militares, nunca instauró reelecciones indefinidas, nunca persiguió a sus opositores, nunca censuró a la prensa, nunca participó en los gobiernos de Carlos Grosso, nunca erigió una escuela shopping, nunca formó parte del séquito del terrible Carlos Saúl (otro error masivo de la sociedad argentina), nunca perteneció al partido que gobernó en los noventa, nunca negoció contratos con el señor Franco M. (Ferrocarril Belgrano Cargas). ¡Capitalinos reconozcamos nuestros errores y votemos en consecuencia! ¡Una brisa de aire fresco, proveniente del sur argentino, ha venido a limpiar nuestra metrópoli!