Me imagino que alguien todavía se acuerda de lo que se repetía sin cesar durante los 90, como si se tratara de una de las Grandes Verdades Reveladas, principios indiscutidos e indiscutibles de la cosmovisión progre. La supuesta excesiva violencia que azotaba a nuestra sociedad en esos días era “producto del modelo” que la generaba. Si cambiábamos "el modelo" y pasábamos a otro de mayor “solidaridad” y “justicia social”, la violencia desaparecería.
Resulta que el “modelo” cambió en diciembre de 2001. A partir de ese momento aplicamos con celo religioso todos y cada uno de los preceptos sagrados del socialismo nacionalista, la receta mágica del populismo, y los episodios de violencia no dejan de aumentar.
No pasa un día sin titulares en todos los diarios sobre muertos y heridos en partidos de fútbol, por quejas de usuarios de algún servicio público o directamente víctimas del crimen común.
¿Cuál es la solución mágica ahora? ¿Más estatismo, más pobreza, más dirigismo, más autoritarismo?
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