Estamos mal

Viendo las noticias de hoy en La Nación cometí el error de leer algunos de los comentarios de los lectores. Muchos de ellos son verdaderamente reveladores del estado mental de la Argentina de Kirchner, aunque creo que finalmente mucha gente se está dando cuenta.

Me llamó mucho la atención una persona que canta loas al “presidente” y sostiene que en la Argentina va todo a las mil maravillas, a pesar de algunos “detalles menores” como la inflación, el desabastecimiento y el problema de la energía. Extraordinario.

Y esta es la gente que tiene computadora, puede pagar el acceso a internet o ir a un locutorio y estos son los comentarios de los lectores de un diario moderado de centro.

Yo insisto con que no se trata de una cuestión racional. El enorme entusiasmo que despierta todo esto en tanta gente está mucho más relacionado con lo emocional, lo hormonal y lo testicular que con la realidad o los hechos. Mucha gente se siente reivindicada ideológicamente con toda esta locura. De golpe, hacer las cosas mal no sólo no está mal sino que está bien. Estamos demostrando al mundo que es posible vivir eternamente en la edad del pavo.

De nada sirve explicar que la Argentina post golpe de fines de 2001 tiene más pobres, peor distribución del ingreso, mayor deterioro educativo, peor infraestructura, más corrupción, menores salarios, menor calidad de vida y un enorme aislamiento internacional. Y que las consecuencias de toda esta locura las vamos a pagar por muchos años.