Y se armó la bola de nieve nomás con los disturbios después del partido Argentina - Chile del jueves. Titulares en los diarios y en los noticieros de televisión, con queja formal del gobierno chileno, acusaciones de brutalidad policíaca y de racismo del Servicio de Policía de Toronto y declaraciones de Harper de visita en Haiti.
Los jugadores insisten en que no hicieron nada y que la policía los agredió sin motivo. De golpe y porrazo, los policías en short de la principal ciudad canadiense se convirtieron en una especie de clon de la “bonaerense” que disfruta moliendo a palos a jóvenes inocentes.
Honestamente no sé en qué quedará todo pero me temo que hay una especie de argentinización de la reacción chilena. Aparentemente se trató de un complot internacional para perjudicar al equipo de ese país. En fin.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.