Jul 26, 2007

Marxianos

Por un comentario de Miguel, un lector del blog, llego a este artículo de Juan José Sebreli en Perfil. Por lo general suelo estar de acuerdo con el punto de vista de este autor, que me parece de los más lúcidos del país, pero me temo que no comparto su defensa de Marx y el "marxianismo", una nueva etiqueta para lo mismo de siempre, el marxismo.

Me suena demasiado a intento descarado por reciclar las viejas ideas fracasadas de siempre, aquello de que no fracasó la teoría sino su aplicación:

El desconocimiento de esos escritos fundamentales así como las indecisiones, ambigüedades y lagunas del autor –pero sobre todo las deformaciones del estalinismo– engendraron un marxismo doctrinario muy alejado y, en algunos momentos, hasta opuesto al pensamiento vivo de Marx. Este ya había vislumbrado los peligros que implicaban sus seguidores cuando decía “cultivé dragones y coseché pulgas”, y “sólo sé que no soy marxista”. A tal punto ha sido deformado el pensamiento de Marx por los marxistas, brindándoles argumentos a los antimarxistas, que los intérpretes más serios optan por reemplazar el término marxista, demasiado desprestigiado, por el de marxiano, a pesar de sus resonancias extraterrestres.

La originalidad de Marx, lo que lo diferenciaba de los socialistas utópicos, era la teoría de un socialismo sólo posible en sociedades avanzadas donde el capitalismo hubiera logrado el mayor desarrollo. Las izquierdas del siglo XX tardío sostuvieron, por el contrario, que el socialismo surgiría de la lucha de los países atrasados –llamados del Tercer Mundo– contra los países ricos. Para escándalo de los tercermundistas, Marx llegó a reconocer el papel contradictorio, opresivo y a la vez progresista jugado por el imperialismo inglés en la India. Es en vano el esfuerzo de los populistas de izquierda de rescatar alguna frase perdida en la correspondencia de Marx para mostrar que éste habría cambiado su posición al respecto.

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