Aug 17, 2007

Tenure, Churchill (el peludo), nazis y otras yerbas

En el verano del 2000, el primero para mí en este país, solía realizar eternas caminatas con mi esposa (novia al momento) por nuestro viejo barrio. Aprovechaba para inundarla a preguntas sobre cuanta cosa novedosa me llamaba la atención. Recordaba el otro día una tarde en particular, cuando me explicaba lo que es el "tenure" en el contexto académico. Basicamente -me dijo- es un status académico -cuando un profesor alcanza ese grado, no puede ser removido de su cargo.

Me desconcertaba que exista una institución como el tenure (rígida por naturaleza), tan opuesta al espíritu americano (dinámico por excelencia), en el ámbito universitario (progresista por definición). Mi instinto sospechoso de aquel tiempo se convirtió con los años en un rechazo hacia la institución. Victor Davis Hanson hizo un análisis crítico magistral sobre el tema.

En muchas de esas excursiones vespertinas aquel verano pasamos por el "Musuem of Tolerance" en Pico, también conocido como "Simon Wiesenthal Center." Siempre me preguntaba quién sería este Simon. Un día me enteré su historia.



Nació en el año 1914 en el seno de una familia de mercaderes (cuando no?) judíos en una parte del por aquel entonces Imperio Austro-Húngaro. Luego de la muerte de su padre en un combate durante la primera guerra mundial, lo que quedaba de la familia (un hermano y su madre) se mudó a Viena escapando de los rusos. Regresó luego a su tierra natal, esta vez controlada por los polacos, pero no pudo estudiar allí por ser (cuando no?) judío. Armó las valijas y se fue a Praga, donde obtendría el título de arquitecto. Regresó nuevamente a Polonia, esta vez para comenzar allí su carrera profesional, donde trabajó por tres años hasta que fue capturado luego de la invasión alemana.

Simon vivió en doce campos de concentración y le escapó a la muerte varias veces durante la guerra (suerte que no tuvieron sus parientes, entre él y su esposa perdieron 89 familiares durante el holocausto). Luego de ser liberado por tropas americanas, formó, junto a otros voluntarios, el Jewish Documentation Center en Austria, una organización dedicada a buscar oficiales nazis prófugos luego de la guerra. Hasta su lecho de muerte, siempre se atribuyó la captura del premio mayor: Adolf Eichmann.

Adolf Eichmann fue el jerarca nazi que tuvo a su cargo la organización de los campos de concentración en el continente europeo. Fue además uno de los ideólogos de "la solución final", o la decisión de exterminar a la raza judía en Europa. Luego de la guerra, Eichmann fue capturado por tropas americanas, que ignoraban que tenían en ese oficial a uno de los criminales de guerra más buscados del momento. Eichmann logró escapar y obtuvo luego un permiso para entrar a la Argentina con su familia, país al que llegó con un pasaporte falso bajo el nombre de Riccardo Klement. Eichmann realizó actividades diversas en Buenos Aires, fue desde capatáz de obra hasta criador de conejos.



"He visto al cerdo roñoso ese, Eichmann. Vive en Buenos Aires."
Leía una carta que le llegó a Simon Weisenthal en 1954. Son confusos los acontecimientos que llevaron a la captura final de Eichmann. Pero se sabe que fue también instrumental la participación de Lothar Hermann, un judío que había escapado a la Argentina luego de su estadía en el campo de concentración de Dachau, en el que Eichmann se desempeñaba como administrador. La hija de Hermann, Sylvia, conoció a Klaus, el hijo mayor de Eichmann, y le llamó la atención el hecho que éste se vanagloriaba con las hazañas del padre (Argentina era por ese entonces (?) un caldo de cultivo antisemita). Los Hermann se pusieron de inmediato en contacto con el gobierno de Israel.

El gobierno israelí había encontrado enormes obstaculos en negociaciones con la Argentina en torno a los criminales alemanes que se creía estaban en el país sudamericano. El primer ministro israelí, David Ben-Gurion, tomó entonces una decision histórica: Eichmann sería trasladado a Israel sin intervención de la autoridades argentinas (los detalles de la misión fueron luego vertidos en un libro por el jefe de la misión, "The House on Garibaldi Street")

El 11 de mayo de 1960, agentes de la Mossad esperaron a Eichmann en la cuadra donde vivía en San Fernando. Uno estaba en la parada del colectivo, otros dos fingían estar arreglando un auto, otro se acercó a pedirle un pucho. Cuando Eichmann quiso meter la mano en el bolsillo, el agente se le lanzó encima. De ahí al auto. Y del auto a un aguantadero. Con motivo de la celebración de los 150 años de la revolución de mayo, llegó el primer vuelo oficial de Israel. En ese vuelo de regreso a Israel, Eichmann, quién pasó como un miembro de la comitiva que había "tomado unas copas de más", comenzó -totalmente dopado- su viaje a destino final.

El 23 de mayo de 1960 Ben-Gurion anunció, frente a un parlamento israelí que lo ovacionó de pie, la captura del criminal más buscado de la época. Por supuesto que un escándalo diplomático se desencadenó cuando el presidente argentino, Arturo Frondizi, se desayunó con la noticia en el diario "La Razón". La derecha barata nacionalista salió a la calle a reclamar (à la Quebracho) en contra de (cuando no?) los judíos. El cardenal primado por ese entonces, Antonio Caggiano, salió también a la defensa de Eichmann. Según el cardenal, los argentinos teníamos el "deber cristiano" de perdonar a este "inmigrante que llegó a nuestro país buscando el perdón y el olvido. El gobierno de Israel negó participación alguna en la captura, y agradeció a los "voluntarios" por el despacho "sorpresa" que habían recibido. Eichmann fue ejecutado en la horca luego de un proceso que duró más de un año. Hasta la fecha, la única ejecución oficial en el estado de Israel.



Eichmann regresó a los diarios en tiempos recientes de la mano de Ward Churchill, un profesor de la Universidad de Colorado, quién poco después de 9/11, de alguna manera justificó a los terroristas sugiriendo que la política exterior americana era la verdadera responsable de lo sucedido, y que los muertos en las torres eran "little Eichmanns", por lo tanto, "no tan inocentes."

Si yo soy estudiante de la universidad (o el padre de un estudiante) debería encontrar un canal para remediar el hecho de que semejante ignorante se pare frente a una clase a decir este tipo de barbaridades. Pero reconozco que este punto es discutible, el derecho de libre expresión está en juego, en fin, da para más (yo no pretendo quitarle su derecho de expresarse libremente con sus invitados en una cena, pero yo tengo derecho a que mi hijo reciba educación de un cuerpo de profesores sanos en una universidad que YO pago). Lo que no es discutible, es que en cuestión de semanas, el profesor Churchill fue confrontado con denuncias de plagio y "fabricación de hechos". El tipo se inventó un pasado, y se atribuyó la autoría de obras que no le pertenecían. Resulta que gracias al tenure, esta institución ridícula a la que me refería antes, hace unos días, o sea SEIS años después de su ensayo, Churchill fue despedido de la universidad de Colorado. Gracias Tenure.

3 comments:

  1. el tenure dura para siempre para que los profesores tengan mas independencia y no esten sujetos a presiones. si tienen un jefe que tiene el poder de echarlos, se corre el riesgo de que su investigacion sea "biased".

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  2. No te preocupes por el pobre Profe! Apenas lean este post, las autoridades de la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo le ofrecerán un importante cargo, que todos subvencionaremos con nuestros impuestos.

    Si te descuidás, en seis meses lo tenemos dando alguna conferencia en el Bauen sobre "La gesta de las FARC" o "Pol Pot, una vida de entrega al servicio de su pueblo".

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  3. cristian: has leído el artículo de VDH?

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