Aug 8, 2007


La hipocresía es quizás el vicio más arraigado entre los referentes de nuestra sociedad de hoy. Es tan común -y frustrante- ver gente que se pasa la vida predicando la bondad de ciertos principios de los que se creen llamados a imponer al resto por el bien de todos, pero que por una razón cósmica se sienten a veces exceptuados. Es un crimen ser millonario? Sí, si sos John Edwards, el aspirante a la Casa Blanca que paga U$S1.200 en un corte de pelo, mientras no se moquea al decirnos que el problema de Estados Unidos son los ricos. Es un problema derrochar energía? Sí, especialmente para un Al Gore, el caradura que pretende aumentar mis impuestos para disminuir el consumo de energía, mientras él divide su tiempo en sus diversas mansiones. Comprometer nuestra propia salud? Sí para un Paul McCartney, quién no permite que nadie en su entorno coma carne, aduciendo que todos debemos llevar una vida más saludable, mientras le prohíbe a su esposa que amamante a su hija así no se le arruinen las lolas. La lista es interminable.

Esto para decir lo grato que fue leer la editorial del Wall Street Journal la semana pasada cuando se anunció el cambio de dueño de la empresa que maneja el diario. Los periodistas que están a cargo de la página editorial del diario ñuyorquino son lo mejor de lo mejor, esto dicho hasta por sus competidores-enemigos. Era un secreto a vivas voces que la redacción del diario estaba absolutamente en desacuerdo con la venta del diario a Rupert Murdoch, el famoso dueño de Fox News y uno de los conglomerados mediáticos más grandes del mundo. Sin embargo, éstas son las reglas de juego en el mercado capitalista al que el diario le rinde homenaje desde su fundación.
Estaba esperando con ansias leer la reacción frente a la noticia. Y no me defraudaron:

Change is inevitable in a capitalist marketplace, for the news business no less than for any other. That includes the possibility of changes in ownership, especially in an industry like ours roiled by the Internet. Ask the Tribune Company, or the reporters who once worked for something called Knight-Ridder. Our June 6 editorial, "An Independent Newspaper," was portrayed by some as a request for a reprieve from such market forces. But that's a canard. As we said in that editorial, "those of us who extol the virtues of Joseph Schumpeter's 'creative destruction' for others can't complain when it sweeps through our own industry."


"...We like to think our readers buy the Journal because of the credibility built over a century, and we believe this is the heart of the "value proposition" that Mr. Murdoch is willing to pay $5 billion to purchase. No sane businessman pays a premium of 67% over the market price for an asset he intends to ruin."

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