Después de dos horas en auto para ir a Montreal, me atendieron una hora y media después del turno que me habían dado, para tenerme esperando 45 minutos acostado en una camilla, sin las vendas, a que pase el doctor para verme por unos 10 minutos en total. Durante mi control, lo interrumpieron tres veces con otros pacientes, lo que honestamente me genera considerables dudas sobre el grado de compenetración que puede llegar a tener de cada caso. No es falta de profesionalismo sino que sencillamente no dan abasto.
Tal vez lo más interesante de todo sea la marcada tendencia que tienen las enfermeras a consultar a los pacientes sobre cómo deben realizar las curaciones. Hoy La Opinadora le explicó a esta señora en detalle cómo me debía colocar la venda.
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