Insisto, los sistemas de salud socializados son maravillosos. Para los demás.
Belinda Stronach, una parlamentaria canadiense del Partido Liberal, acérrima defensora del sistema de salud canadiense, viajó a California para hacerse operar por un cáncer de mama.
Y eso que los miembros del parlamento federal canaca tienen acceso a un sistema separado, mucho más eficiente que el público. Ni que hablar, llegado el caso, de los contactos y el poder para evitarse las interminables listas de espera.
No la culpo, yo también haría todo lo posible para acceder al mejor sistema del mundo. Lo que sí me parece criminal es que pretendan que sólo esté disponible para gente como ellos, los demás a morir en la sala de espera de la urgencia.
El tema de la salud socialista en Canadá es algo asombroso. Cuando empecé a enterarme de cómo era, me resultaba difícil creerlo, algo así como los diez años para obtener una línea telefónica en Argentina en los ´80.
ReplyDeleteEstá muy bien retratado en "Las Invasiones Bárbaras".
Se trata de una muestra muy interesante de la religión secular de la igualdad, nadie tiene más que nadie (salvo los que pueden viajar al Gran Satán), pero todos tienen la misma porquería.
ReplyDeleteExcelente película. Es peor que Entel en los 80. Estamos hablando de vidas humanas, del sufrimiento innecesario de millones de personas.