Relacionado con este post sobre la situación de Chile, este es el punto de vista de Sergio Flores, un lector y comentarista chileno de lujo del blog. Por el bien de la región, espero sinceramente que Chile no se sume al socialismo nacionalista que campea en nuestros países:
La protesta fue como una pichanga de barrio, con las mismas caras de siempre, los mismos amigos y la parentela. Ni las calles se llenaron de cientos de miles de manifestantes ni la ciudad se detuvo. La violencia de los participantes es más una reacción de impotencia ante la poca acogida popular que el resultado de "represión" policial.
Dudo que Chile se transforme en Venezuela precisamente porque la mayoría de los chilenos sabe cómo está el resto del vecindario. Puede ocurrir, pero demasiadas cosas tendrían que salir mal.
Los datos: Chile ha tenido que cargar con el San Benito de la desigualdad por décadas. Rara vez se menciona que ningún país de Latinoamérica es significativamente menos desigual (una opinión en La Nación nota este detalle), ni que, medido en términos reales, Chile es lejos el país con la renta per cápita más alta del área. Es diferente ser pobre, relativamente, en un país como Chile, con ingreso promedio de $9 mil dólares, que en uno cuyo ingreso apenas llega a la mitad (Brasil), al 60% (Argentina) o al 75% (México). Además, como sea que la midan, la pobreza en Chile ha bajado hasta el 13% (oficial y algo increíble), o al 18% (más plausible).
Hay desasosiego en algunos sectores chilenos, y con razón: si el país no aprende rápido a ser más productivo, el tercermundismo del que queremos escapar nos va a recibir de vuelta con los brazos abiertos. En otros sectores quieren ser pobres, punto. Sin pobres para esos ciudadanos (izquierda tarada en general) no hay poder político porque su discurso se basa en la envidia y en culpar a otros por nuestras desdichas. Estos son los que se benefician de la publicidad de una protesta sin razón, de la violencia, y de los arrestos.
Podemos caer, es cierto. Si ocurre va a ser triste, porque quiere decir que mis compatriotas, que habían sido racionales en su mayoría, prefieren el facilismo de culpar y envidiar que de nada le ha servido a Latinoamérica. Esperemos que no ocurra para que los enemigos del desarrollo se atoren de rabia al ver a un país latinoamericano chico y sin mayores recursos convertirse en un país rico. Así, no habría excusas posibles para México, Argentina, y Brasil que debieron habernos mostrado el camino hacía décadas pero que optaron por automutilarse. Venezuela es el mal ejemplo a no seguir. Ojalá que los chilenos piensen lo mismo y actúen de manera acorde.
Ahora, yo me pregunto, ¿Qué pasaría si en 2009 ganase las elecciones Sebastián Piñera u otro candidato de la derecha chilena?
ReplyDeleteCoincido con el comentario de Sergio: Chile no es invulnerable, pero tendrían que pasar muchas cosas para que se torne una nación vulnerable.
La gran pregunta es si el sistema político chileno maduró lo suficiente como para asumir que existen consensos de mínima que no serán dejados de lado gane quien gane las elecciones. Yo honestamente pensé que sí. Pero supongo que el tiempo lo dirá.
ReplyDeleteExcelente análisis.
ReplyDeleteSergio: cuándo te sumás al blog?
Está mal hablar de ingresos en dólares... Para hacer una comparación más justa debería preguntarse: Cuantos Mc Donalds pueden comprar un ingreso promedio en cada país.
ReplyDeleteSi hacés ese cálculo seguramente tendrías a Argentina o Uruguay en mejores condiciones que Chile.
Gracias Luis por poner mi opinión como columna. Gracias Ramiro por invitarme a unirme al blog. Voy a seguir participando en la medida que me dé el tiempo, pero al igual que el año pasado, me encuentro ocupado con un nuevo proyecto de libro y estoy tratando de conseguir un agente para el que ya escribí (muchas desilusiones, un cerro de notas de rechazo, en fin, lo de siempre). Todo esto, sumado al trabajo, me quita tiempo. Y los tres chiquillos, claro. Pero de seguir metiendo mi cuchara, lo voy a hacer mientras ustedes me lo permitan.
ReplyDeleteAndrés, nunca me gustó Piñera, pero tal vez es una buena alternativa a esta izquierda vacilante que ha gobernado por casi 20 años, una izquierda que quiere aprovechar los réditos del capitalismo mientras lo detesta abiertamente. Esta situación crea una dicotomía fundamental tanto en el gobierno como en la población. Los unos se sienten honestamente culpables de prosperar "con el enemigo." Los otros saben dónde está la riqueza, pero su gobierno y sus académicos los guían mal intencionalmente.
Lo único que sé es que no se va a cumplir el plan de declarar a Chile un país desarrollado para el bicentenario de la independencia en 2010. Con suerte y sin mayores tropiezos, tal vez el 2015.
Un saludo a todos.
Sergio.
Ramiro, yo ya lo invité varias veces, pero Don Flores no afloja. Espero que algún día tenga más tiempo.
ReplyDeleteSergio, Muchas gracias a vos. Esta es tu casa, te esperamos con tus aportes sobre este o cualquier otro tema. Suerte con tus proyectos, algún día no cuentas más en detalle.
ReplyDeleteRufino, ¿Estas hablando en serio o nos quieres tirar de la lengua? Yo creo que en el caso de Argentina, en lugar de BigMacs habría que hacer el cálculo con alfajores Habana, más telúrico, ¿viste?
ReplyDeleteEn Uruguay podría ser con paquetes de yerba.